Casa de las Flores
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Secundino Zuazo construyó el edificio por encargo del Banco Hispano Colonial y fue financiado además por el Instituto Nacional de Previsión. La casa de las Flores se construyó en el solar que ocupó el primer campo de fútbol que hubo en Madrid, propiedad de la Real Sociedad Gimnástica Española. La casa de las Flores marcó un hito en la arquitectura de la vivienda de Madrid. El arquitecto se tuvo que ajustar a la típica manzana rectangular del ensanche y la estructuró en torno a un patio central -ajardinado- y otros dos de menor tamaño. Consta de 288 viviendas de diferentes tamaños. Durante la guerra civil quedó parcialmente destruida siendo reconstruida en los años cuarenta. Posteriormente, la zona porticada exterior del basamento fue cerrada siendo ocupada por locales públicos. Debía su nombre a la multitud de geranios que adornaban y adornan tanto las fachadas exteriores como las interiores. En ella vivió Pablo Neruda a su paso por Madrid desde 1935 hasta finales de 1936 y le dedicó un poema: «... Yo vivía en un barrio / de Madrid, con campanas, / con relojes, con árboles. / Desde allí se veía / el rostro seco de Castilla / como un océano de cuero. / Mi casa era llamada / la casa de las flores porque por todas partes / estallaban geranios: era / una bella casa / con perros y chiquillos...».
