Fútbol (artículo de Madrid Siglo XX. Enciclopedia)
Historia[ ]
A principios del siglo XX el fútbol había alcanzado enormes grados de popularidad en Inglaterra. En 1885 sentó plaza el profesionalismo; tres años después quedó constituida la Liga. Desde Inglaterra el fútbol se expandió por el continente europeo en el último decenio del siglo XIX. En España se introdujo a partir de varias ciudades, de las zonas costeras, gracias a las colonias de ciudadanos británicos que allí vivían. Se tienen noticias de que en Madrid comenzó a jugarse al fútbol de manera irregular en los altos de la Moncloa desde finales del siglo XIX, por iniciativa de la Institución Libre de Enseñanza.
En 1897 funcionó el primer club madrileño; el Football Club Sky, que en 1902 cambió su nombre por el New F.C. de Madrid, para desaparecer posteriormente. De este núcleo inicial surgió en marzo el Madrid Football Club y poco después el Español de Madrid. En 1903 la colonia de estudiantes vascos en Madrid creó el Athletic, como una especie de sucursal de su homónimo madrileño. Fueron los clubes pioneros. Esta primera irrupción del fútbol en Madrid había tenido sus orígenes en el estado de opinión favorable a la práctica deportiva generado por la Institución Libre de Enseñanza, para hacer realidad el principio mens sana in corpore sano. Entre los primeros jugadores del fútbol madrileño predominó una doble coincidencia: eran alumnos de la Institución o habían sido visitantes de colleges británicos y allí se habían familiarizado con este deporte. En su nacimiento, pues, el fútbol madrileño, tanto por la procedencia social de sus protagonistas como por los valores que encarnaba, tenía una base aristocratizante, burguesa y de clase media alta, que asimismo tomaba como referente la afición a la práctica de deportes por parte de la casa real. Precisamente el torneo de la coronación del rey Alfonso XIII en 1902 fue la primera competición que se desarrolló en Madrid.
Pronto se hizo necesaria una estructura organizativa. En 1904 y por iniciativa de Carlos Padrós, presidente del Madrid, se constituyó la Federación Madrileña de Clubes que, posteriormente, se transformó en la Federación Centro, desde 1913 integrada en la Federación Española de Fútbol.
A escala nacional desde 1903 empezó a jugarse el Campeonato de España, que popularmente ha sido conocido por el nombre del trofeo otorgado al equipo vencedor: copa del Rey, copa del Presidente de la República, copa del Generalísimo, desde 1939, y de nuevo copa del Rey desde 1976. A escala territorial, el campeonato regional madrileño comenzó a disputarse de manera oficial desde la temporada 1913-1914 hasta la de 1939-1940, aunque en los años de la República tuvo un carácter interregional. La disputaban los clubes madrileños de primera categoría. Hasta los años treinta fueron cuatro los equipos más importantes. El Madrid, con el antetítulo de Real desde 1920 por concesión del rey Alfonso XIII, cuyos campos de juego estuvieron sucesivamente localizados en la avenida de la Plaza de Toros, en la calle de Narváez, en la de O´Donnell, para trasladarse definitivamente a Chamartín en 1924, después de pasar el año anterior en el velódromo de la Ciudad Lineal. El predominio de Madrid se estableció desde muy temprano. Fué campeón de España en 1905, 1906, 1907, 1908 y 1917 y hasta 1931 vencedor en todos los torneos regionales oficiales, salvo en cuatro ocasiones.
El Athletic ocupaba la segunda posición por su currículo deportivo. Al principio jugó en la calle de Narváez, en las proximidades del Madrid, para instalarse desde 1923 en el Stadium Metropolitano, construcción deportiva realizada por la Urbanizadora Metropolitana, que arrendó su uso al Athletic. La Real Sociedad Gimnástica poseía su espacio de juego en los años diez en el solar donde posteriormente se levantó la célebre Casa de las Flores. En los años veinte la Gimnástica jugaba en el campo de Diego de León esquina a la actual de Conde de Peñalver, justo donde hoy se localiza el Hospital de la Princesa. El Racing de Madrid estaba ubicado en el barrio de Chamberí y su campo de juego en el Paseo del General Martínez Campos. A finales de los años veinte se fundó el Nacional, cuyo campo estaba situado en la confluencia de Jorge Juan y Doctor Esquerdo, en el mismo solar donde hoy se levanta la Real Casa de la Moneda.
El desarrollo del fútbol en Madrid como espectáculo público fue muy lento. El vallado del Campo de O´Donnell del Madrid en 1912 señala el nacimiento de la taquilla y la lenta socialización del fútbol, que en este aspecto alcanza su mayoría de edad en la treintena.
Después de la Guerra Civil el fútbol fue utilizado por el franquismo como un instrumento más de desmovilización dentro de la naturaleza tendente al inmovilismo del régimen. Al principio el fútbol representó una válvula de escape para las penurias económicas de los años cuarenta. Luego se convirtió en un vehículo de diversión e incluso de estatus, cuando el Real Madrid conquistó las cinco copas de Europa sucesivas desde 1956 hasta 1960. A escala local, el debate entre el Real Madrid y el Athletic de Madrid fue continuo, aunque el primero tomó una sólida delantera, a partir de 1955. Puede decirse que desde los años cuarenta el fútbol quedó consagrado como el espectáculo por excelencia y uno de los exponentes clave de la nueva sociedad del ocio que paulatinamente se fue consolidando hasta alcanzar su mayoría de edad en la década de los setenta.
Pero interesa señalar también el calado que tuvo el fútbol en la sociedad madrileña del siglo XX, porque conviene diferenciar la dimensión del fútbol espectáculo de la práctica del fútbol, siguiendo la estela regeneracionista tal como se había planteado a principios del siglo XX. En este aspecto, se observa la constitución de un primer tejido futbolístico de ocio en el Madrid de los años veinte, por la práctica que este deporte tuvo en barrios y empresas. Se trataba de un deporte de bajo costo y, por lo tanto, interclasista por definición, en comparación con los deportes que habían sido atributos de las elites aristocráticas y burguesas. Esta corriente se reforzó en los años treinta cuando el fútbol entró a formar parte del ocio universitario a través de la FUE.
Con el tiempo, el fútbol adquirió un nivel más elevado de socialización. Se completó la tendencia que hemos expuesto para los años veinte. Raro fue el barrio o la localidad del entorno madrileño que no dispusieron de un equipo de fútbol federado. Es el caso, por ejemplo, a nivel local del Rayo Vallecano, que en el último cuarto del siglo XX incluso se ha situado en la Primera División del fútbol español.
Esta difusión del fútbol debe entroncarse con la expansión general del deporte, fruto de las transformaciones de la sociedad española en los últimos treinta años. La constitución de un país de tono mesocrático y la mayor preocupación que han tenido los poderes públicos en diseñar políticas deportivas en el plano contemplativo y de la práctica explican esta evolución, que sobre todo se ha puesto de manifiesto con la constitución de los ayuntamientos democráticos a partir de la muerte del general Franco. Incluso podría decirse que el fútbol actuó como efecto multiplicador de otros deportes. En cualquier caso, el incremento de las instalaciones deportivas de carácter oficial destinadas al público y la irrupción del deporte en los ámbitos escolares a todos los niveles han significado mantener en altas cotas la popularización del fútbol.
El fútbol práctica y el fútbol espectáculo han tendido a retroalimentarse y han alcanzado una cúspide mediática conforme la sociedad de la información se ha desarrollado. A este respecto la televisión ha sido un excelente instrumento de divulgación de todos los deportes y del fútbol en particular, hasta levantar críticas en el mundo intelectual. En este sentido conviene establecer tres etapas en la evolución del fútbol español. Hasta 1926, momento en el que queda aprobado el reglamento del profesionalismo, el fútbol fue defendido desde las esferas intelectuales como un instrumento de regeneración, bajo los contenidos que hemos señalado anteriormente para la Institución Libre de Enseñanza. Desde 1926 en adelante, al menos hasta los años ochenta, los grupos intelectuales tendieron a definir este deporte como un vehículo de alienación. La lamentación de Ortega y Gasset, <<ya está bien de fútbol>>, señala unos parámetros que solamente han quebrado en los dos últimos decenios, conforme se imponían los rasgos lúdicos que informan a la sociedad madrileña de los últimos años.
Fuente de la primera versión: Artículo de la Madrid Siglo XX. Enciclopedia, autor Ángel Bahamonde Magro