Aceras

La primera noticia que se tiene sobre el enlosado de las calles data de 1705 en que se pusieron las primeras losas en las orillas de las principales calles. En 1761 se estableció que todos los dueños de las casas embaldosaran el frente y los costados de éstas con «baldosas de piedra berroqueña de 3 pies en cuadro, con la entrada y asiento correspondiente en la tierra para su firmeza, y con una muesca en cada costado y agujero en medio para levantarlas con facilidad siempre que fuera necesario». La medida no tuvo demasiado éxito y, en 1764, hubo que embaldosar todas las aceras en el plazo de dos años.

Este artículo incorpora material del Diccionario Enciclopédico de Madrid, de María Isabel Gea, publicado por Ediciones La Librería, autorizada su inclusión en Madripedia bajo licencia Reconocimento-CompartirIgual