Barrio de la Concepción (artículo)
El problema de la escasez de viviendas en Madrid, en los años cincuenta, lo afrontaron tanto el Ministerio de la Vivienda, con sus poblados dirigidos, como promotores privados, que paliaron la situación a cambio de sus estrategias especulativas. Una de esas intervenciones fue el barrio de la Concepción que Banús construyó en los terrenos de los altos del mismo nombre, junto a la vaguada del arroyo Calero. No eran solares de extrarradio aunque sí de chabolas que el promotor expropió. Estaban limitados, de este a oeste, por la Ciudad Lineal, la colonia de San Vicente, las barriadas surgidas en la carretera de Aragón, el Abroñigal y los barrios de la Bomba y San Pascual.
Se anunciaba como una ciudad satélite para 15.000 habitantes con 300 comercios y 3.000 viviendas para clase media baja, pero sin los servicios necesarios en una zona ya escasamente dotada. Fronteriza al nuevo parque, sobre la vaguada del Calero, se trazó una trama ortogonal de calles con bloques lineales en peine, de cuatro plantas y patios abiertos a fachada, que no siguen siempre igual orientación ya que alternan su disposición para lograr espacios ajardinados mas privados. Como las calles son de igual ancho y del mismo tráfico, el propósito no se alcanza. La unión con la carretera de Aragón es por la calle Virgen del Sagrario, eje transversal del barrio.
Casi simultáneamente —la aprobación es de 1953-1954—Banús plantea la ampliación del barrio en terrenos limítrofes que compra al Ministerio de la Vivienda, donde también desaloja a los chabolistas y bate su récord especulativo con 4.460 viviendas y 22.000 habitantes (2.000 por hectárea). Tampoco dota de servicios a esa población, similar a la de algunas capitales de provincia, solamente prevé unas 450 tiendas. A diferencia del banio que conserva cierto carácter urbano, la ampliación tiene los defectos del urbanismo especulativo y ninguna de las supuestas virtudes de la Carta de Atenas. Así, los inmensos bloques paralelos (260 metros el mas largo) de 12 a 16 plantas y 30 metros de ancho, proyectados sobre pilotes para liberar el suelo, se cegaron ya en obra con nuevos locales comerciales, por lo que el suelo destinado a zona verde quedó en 17.741 metros cuadrados, en lugar de los 176.000 que fijaba la ley del INV de 1939 (a razón de ocho metros cuadrados por habitante), torpe remedo a las propuestas de Gropius y de Le Corbusier. Estas dos actuaciones mal proyectadas, han derivado en ciudad mas o menos habitable por la necesidad de adaptación, reconversión y supervivencia de sus habitantes, la mayoría de aluvión, que sólo aspiraban a ser ciudadanos cualesquiera de un Madrid en desarrollo.
Referencia[ ]
- SAN ANTONIO GÓMEZ, Carlos de. Barrio de la Concepción, en Enciclopedia Madrid S.XX
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