Calle Infantas
Entre la calle de Fuencarral y la plaza del Rey.
La actual calle de Infantas ha tenido diferentes nombres. El tramo comprendido entre Fuencarral y Hortaleza se conocía con el nombre de calle del Piojo. El que mediaba entre Infantas y la plaza del Rey, así como los lados Oeste y Norte de la citada plaza, se llamó calle de las Siete Chimeneas y tomaba el nombre de la casa de las Siete Chimeneas situada enfrente. Este último tramo fue absorbido por la construcción de la citada plaza del Rey a mediados del siglo pasado. El resto de la calle se llamaba Infantas, aunque en 1868, al ser suprimidos todos los nombres relativos a la familia real, recibió el de Marina Española, recuperando el de Infantas al poco tiempo. Durante los años treinta se denominó Rosalía de Castro (1837-1885), en recuerdo de la poetisa gallega y en 1940 recuperó su tradicional nombre de Infantas. (En la actualidad existe la plaza de la Marina Española en el distrito Centro y Rosalía de Castro tiene una calle en el de Fuencarral).
El origen del nombre de la calle de Infantas está relacionado con la del convento de Capuchinos. El 13 de diciembre de 1639 salió de la iglesia de Santa María una gran procesión, presidida por el rey, para entregar a los capuchinos de la Paciencia de Nuestro Señor el convento que se había construido en el solar de las casas donde unos judíos apalearon a un Cristo que, a partir de entonces, tomó el nombre del Cristo de la Paciencia y que quedó al cuidado de los citados capuchinos. En la procesión se trasladó el Cristo que había sido guardado en el convento de San Antonio del Prado. Frente al nuevo convento de los capuchinos se colocó un tablado muy adornado desde donde las infantas María y Margarita, hijas de Felipe IV, vieron llegar la procesión. Y de estas infantas le quedó el nombre a la calle.
En la calle destaca la fachada principal de la casa de las Siete Chimeneas, construida en 1577.
