Calle de Manuela Malasaña
La calle de Manuela Malasaña se encuentra entre las calles de Fuencarral y San Bernardo. El tramo comprendido entre San Bernardo y San Andrés se abrió en 1869 en el solar del Parque de Monteleón, donde lucharon heroicamente cientos de madrileños contra la invasión de las tropas francesas. Por este motivo se llamó primero Malasaña, en recuerdo del menestral Juan Manuel Malasaña. En 1879 los vecinos de esta calle, desconociendo el valor patriótico de Juan Malasaña, héroe del 2 de mayo de 1808, solicitaron al Ayuntamiento que el nombre fuera cambiado, a lo que el Concejo se opuso. Desde 1961 recibe el nombre de Manuela Malasaña, hija de Manuel, de 17 años y natural de Madrid.
De ella existen varias leyendas en torno a su muerte. Una de ellas cuenta que era una joven de diecisiete años que murió junto a su padre en el Parque de Monteleón cuando le pasaba municiones. En otra aparece en su casa de la calle San Andrés 18 junto a sus padres, donde murieron los tres combatiendo contra los franceses. Una tercera la presenta enfrentándose a los franceses clavándoles sus tijeritas de bordadora. Y una cuarta leyenda, quizá la más verosímil, es la que dice que Manuela Malasaña, que era huérfana de padre, fue fusilada por llevar unas tijeras, propias de su oficio, cuando Murat dictó un bando por el cual debían ser fusilados todos aquellos ciudadanos que portasen armas, incluyendo navajas y tijeras.
La continuación de esta calle desde San Andrés hasta Fuencarral se llamó en origen calle de la Peninsular por la Sociedad Peninsular, dueña de estos terrenos, cuyo director fue Pascual Madoz. A partir de 1897 se llamó Malasaña como continuación de la de Juan Malasaña. En 1961 la calle de Malasaña fue dedicada a su hija Manuela Malasaña, nombre que conserva en la actualidad.