Campo de Golf de Chamberí
En 2003, ante las elecciones municipales y autonómicas, el alcalde de Madrid (José María Álvarez del Manzano y López del Hierro) y el Presidente de la Comunidad de Madrid (Alberto Ruiz Gallardón), pusieron la primera piedra de la gran promesa electoral que se hacía a los vecinos de Chamberí: la construcción de un gran parque sobre los depósitos del Canal de Isabel II que el entonces presidente autonómico dijo que iba a ser un Retiro II.
El distrito de Chamberí es el que menos zonas verdes tiene de Madrid por habitante (cinco veces menos que Salamanca, que es el segundo en peores condiciones), por lo que la promesa electoral fue acogida con agrado por los vecinos y por todos los partidos políticos.
Sin embargo, durante la legislatura se dejó de hablar del proyecto hasta que, a principios de 2006 se anunció que lo que se pensaba hacer en el Canal era un campo de entrenamiento de golf de 45.000 m², y en el espacio que quedara libre unas pistas de pádel, un pequeño espacio para campos de fútbol y, en un lado, 10.000 m² de parque. Al conocer que el proyecto anterior había sido abandonado por éste, los vecinos se empezaron a movilizar: hubo un comunicado del Departamento de Urbanismo de la Escuela de Arquitectura, uno del Colegio Oficial de Arquitectos, entregas de 5.000 firmas, varias denuncias en los juzgados... pero sobre todo, varias manifestaciones protagonizadas por las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos del distrito, que consiguieron que las manifestaciones estuvieran protagonizadas por niños; también se celebró un Carnaval contra el Campo de Golf en el Canal el 18 de febrero de 2007.
Dado que la licencia de obras estaba concedida para el proyecto inicial, el Director General de Gestión Urbanística del Ayuntamiento ordenó la paralización de las obras el 16 de octubre de 2006 hasta que se obtuviera una licencia para el nuevo proyecto. Sin licencia, las obras continuaron hasta que en enero de 2007 Esperanza Aguirre decretó que las obras eran de interés general, por lo que la Comunidad de Madrid se podía conceder a sí misma la licencia y seguir con las obras para inaugurarlas antes de las elecciones autonómicas de 2007.