Cementerio de San Ginés y San Luis
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Se construyó en 1831 y en 1846 fue reformado y ampliado por Narciso Pascual y Colomer. Su interior se concibió como un amplio jardín, cuyo eje central este-oeste, coincidía con el comienzo de la actual calle de Fernández de los Ríos, aproximadamente. Llegó a ser el cementerio más bello gracias a su frondoso y florido jardín. Tenía una ostentosa fachada y pabellones porticados con columnas.
Según Olaguer-Feliú, «su estructura se concibió a base de núcleos de patios, enmarcados entre galerías, algunas cubiertas, albergantes de gran número de nichos, siendo todo este conjunto rodeado de frondas y jardines de tipo romántico».
Aquí fueron enterrados, entre otros, Alcalá Galiano, Bretón de los Herreros, Hartzenbusch, Espín y Collbrand, Leonardo Alenza, Aníbal Álvarez, José Tomás, Lombía. Asimismo, destacaban los panteones del marqués de Espeja y de Joaquín Fonsdeviela (éste último procedente de la derribada iglesia del convento de la Trinidad). Cuando en 1884 se clausuró el cementerio, algunos de sus ilustres moradores fueron salvados por la Sociedad de Escritores y Artistas.