Chulo
Los madrileños castizos, siempre pertenecientes a las clases populares recibían diversos nombres que han cambiado con el paso del tiempo. En el caso de las mujeres eran conocidas como majas, manolas y chulas, chulapas y chulaponas, y los hombres eran majos, manolos y chulos. Todos ellos se diferenciaban en la forma de vestir, fruto de los cambios de moda. Primero fueron las majas, que llevaban mantillas sobre los hombros y redecilla recogiendo el pelo. Tuvieron fama hacia 1760 y fueron sustituidas por las manolas -vivían fundamentalmente en el barrio de Lavapiés- que llevaban mantilla o peineta sobre la cabeza. Más tarde aparecieron las chulas, también conocidas como chulapas o chulaponas, las cuales llevaban mantón de Manila sobre los hombros y pañuelo en la cabeza anudado al cuello.
Los majos llevaban coleta y redecilla en la cabeza, y era característica la navaja al cinto; los manolos se cortaron la coleta y adoptaron una indumentaria típica andaluza con chaquetilla estrecha, chaleco y camisa bordada. El término se dice que nació en el barrio de Lavapiés y procede de Manuel (origen hebreo), nombre que solía imponerse a los primogénitos de los conversos. Los chulos -nombre que también apareció en Lavapiés y que parece que procede de chaul (muchacho en hebreo)- llevaban gorra a cuadros, pañuelo al cuello, chaleco y chaqueta entallada con un pañuelo asomando en el bolsillo. En las fiestas y verbenas actuales el traje típico madrileño es este último, el de las chulapas y chulapos.
Todos ellos tienen su peculiar manera de hablar, altaneros y con contestaciones ingeniosas y dichos agudos y una manera de andar altiva.