Convento de San Francisco
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El convento de Jesús y María, de religiosos franciscanos observantes, fue fundado por San Francisco de Asís hacia 1217. Se hallaba situado a la izquierda de la actual iglesia de San Francisco el Grande. Los habitantes de la Villa le dieron como limosna un sitio fuera de la ciudad donde el santo construyó una choza junto a una pequeña fuente cuyas aguas le curaron de unas tercianas. Posteriormente, sus discípulos, ayudados por las limosnas de los fieles levantaron el primitivo convento. Éste era un edificio grande con diez patios, doscientas celdas, noviciado y enfermería. La devoción a esta santa casa fue muy grande entre las familias ilustres de Madrid como los Vargas, Lujanes, Luzones o Ramírez quienes se hacían enterrar en sus capillas. La más importante era la Capilla Mayor donde fue enterrado Ruy González Clavijo, mayordomo de los reyes y que había formado parte de la embajada que envió Enrique III al Gran Tamerlán. Años más tarde le trasladaron para enterrar a la reina Juana, esposa de Enrique IV. Aunque en 1617 se renovó la iglesia, fue derribada en 1760 con todos los sepulcros artísticos y esculturas funerarias que albergaban sus veinticinco capillas. Había un total de cuarenta tumbas de personas célebres y veintidós estatuas constituyendo la iglesia un auténtico panteón de personas reales e ilustres. Después de la exclaustración el convento se convirtió en dos cuarteles: de Infantería y de Prisiones Militares, siendo conocidos como cuartel de San Francisco y cuartel del Rosario. El convento fue derribado en 1961 para construir la Gran Vía de San Francisco quedando tan sólo la iglesia de San Francisco el Grande. Parte de la manzana ha sido transformada en un parque -el parque de la Cornisa- y el resto lo forma un solar pendiente de construcción.