Convento del Corpus Christi
El monasterio del Corpus Christi, conocido por "Las Carboneras", situado en la plaza del Conde de Miranda, número 3, fue fundado en 1605 por doña Beatriz Ramírez de Mendoza que quiso erigir a sus expensas y en casa propias del Mayorazgo de los Ramírez, de Madrid, un cenobio de monjas jerónimas con un templo dedicado a la Eucaristía.
El monasterio se compone de un conjunto de casa con pequeños patios de un valor histórico importante, ya que posiblemente es de los pocos edificios del siglo XVI que están actualmente en pie en Madrid, y del templo barroco de la segunda mitad del siglo XVII, de una sola nave con amplio presibterio que mantiene el concepto de la iglesia recogida y conventual.
El bello retablo del altar mayor es obra de Antón de Morales y ostenta en su parte central una importante pintura de Vicente Carducho representando "La Última Cena".
Varios retablos y secundarios, excelentes pinturas, muebles antiguos, relicarios y objetos de culto enriquecen el monasterio, así como la carpintería de puertas y ventanas y la cerrajería de rejas y balcones, que conservan la autenticidad y carácter de la época.
La fachada de la calle del Cordón, aunque revocada, es elegante y sobria de proporciones, y la de la Plaza del Conde de Miranda es de fábrica de ladrillo visto, al aire tradicional madrileño, sobre zócalo de granito.
El edificio junto con la Torre de los Lujanes, Hemeroteca Municipal, Casa de Cisneros, Casa de la Villa, Iglesia de San Miguel, Obispado y los diferentes palacios barrocos del entorno inmediato, forma parte de una de las zonas histórico-artísticas más importantes de Madrid.