Cruz de Mayo
En este día, las niñas y adolescentes salían a las calles a pedir un donativo a cambio de permitir al donante poder ver a la maya, una muchacha elegida entre las más guapas y honestas del barrio. El origen de esta fiesta es pagano, de la época del imperio romano. Aunque en los primeros siglos de la Iglesia católica estuvo prohibida esta celebración, en el siglo XVI cobró gran importancia. Se elegía a la muchacha más bonita -que fuera soltera y menor de veinte años- y se la colocaba en un pequeño altar decorado con flores a donde acudían los vecinos para verla. Las compañeras de la maya pedían un donativo para que el interesado pudiera verla. La maya mientras tanto permanecía inmóvil y sin contestar a los piropos y bromas de los que acudían a verla. El dinero recaudado se destinaba a celebrar una gran fiesta al final de la jornada, entregando previamente una parte a la parroquia del barrio, para la Virgen. Era una fiesta que se celebraba en cada barrio y que se prolongó entre los siglos XVI y XVIII. En España la fiesta se celebraba el 1 de mayo pero en Madrid se hacía el 3 de mayo ya que el día 1 era la romería de Santiago el Verde. Por ello coincidía con la fiesta de la Cruz o de la Invención de la Cruz, que conmemoraba el descubrimiento de la Santa Cruz, hallada por la emperatriz Santa Elena. Aunque Carlos III prohibió la fiesta de las mayas en 1769, Carlos IV la tuvo que ratificar veinte años después.