Dos de Mayo
A las 7 de la mañana del dos de mayo de 1808 los madrileños se alzaron frente al Palacio Real contra las tropas francesas que intentaban trasladar al infante niño Francisco de Paula a Bayona, junto al resto de la familia real. En cuanto la noticia de la lucha popular en torno al Palacio Real se extendió por la ciudad los paisanos intentaron por todos los medios impedir que las tropas francesas salieran de los cuarteles y conventos cercándoles con los pocos medios de que disponían. El alzamiento se extendió a distintos puntos de la ciudad como la Puerta del Sol, la Puerta de Toledo y el Parque de Monteleón desde donde intentaron repeler a los franceses al mando de los capitanes Daoíz y Velarde y el teniente Ruiz. Con palos, navajas, piedras, cuchillos, hoces, hachas… se enfrentaron los valerosos madrileños a los soldados franceses. Desde los tejados de las buhardillas, ventanas y balcones llovían todo tipo de objetos: piedras, ladrillos y tejas arrancados con las manos, así como calderas con agua hirviendo, barreños, sillas, mesas, tiestos… todo tipo de muebles destrozados que pudieran herir o matar a los soldados enemigos. Aunque el despliegue de los madrileños para defender la ciudad fue perfecta desde el punto de vista logístico, así como heroica y valerosa, fue tremendamente cara para los cientos de ciudadanos que muy mal armados sucumbieron frente a las cargas de los soldados muy superiores a ellos en número.
Los capitanes Daoíz y Velarde murieron defendiendo el Parque de Monteleón y el teniente Ruiz, herido en el mismo lugar, murió meses más tarde a consecuencia de las heridas. En la defensa de Madrid, en el citado cuartel murieron también muchas heroínas como Manuela Malasaña y Clara del Rey.