El crimen de la encajera

Ocurrió en la Vereda del Soldado, en Carabanchel, cerca del hospital Gómez Ulla el 13 de marzo de 1932. Luciana Rodríguez, encajera de profesión y residente en un pueblo de Toledo, venía con frecuencia a Madrid a vender sus encajes. Apareció degollada en la citada vereda. Se acusó del crimen a sus primos Leoncio y Bienvenida que vivían en la pobreza quienes admitieron que en la mañana del crimen habían visto a su prima que les había dejado el recado de que mandara unos duros a su pueblo para sus hijos. Los primos vieron que la encajera tenía mucho dinero y se dice que la asesinaron para robarle. Sin embargo, los sucesos políticos de aquel año hicieron que el crimen se olvidara en poco tiempo sin descubrirse el verdadero asesino.

Este artículo incorpora material del Diccionario Enciclopédico de Madrid, de María Isabel Gea, publicado por Ediciones La Librería, autorizada su inclusión en Madripedia bajo licencia Reconocimento-CompartirIgual