El crimen del capitán Sánchez
El capitán Manuel Sánchez malvivía por culpa de su pasión por el juego y su hija María Luisa se dedicaba a la prostitución con el visto bueno de su padre. Ambos vivían juntos en la residencia de la Escuela Superior del Ejército. Se decía que padre e hija eran amantes y que tuvieron un hijo que murió al poco tiempo. La investigación no oficial de este crimen lo llevaron a cabo el famoso periodista Francisco Serrano Anguita, de El Imparcial y el botones del Círculo de Bellas Artes, quien había visto por última vez a la víctima Rodrigo García Jalón, un viudo adinerado de 50 años. Jalón se había ofrecido a ayudar a María Luisa, dada la mala situación económica que vivían, y acogerla en su casa junto a sus hermanos. El 24 de abril de 1913 quedaron en la vivienda del capitán, en la escuela de Guerra. Allí fue asesinado, troceado y enterrado en el llamado "cuarto de los trastos". El móvil, una vez más, había sido el robo.
El capitán fue declarado culpable y fue ejecutado el 3 de noviembre de 1913 por un pelotón de fusilamiento.
Vicente Aranda dirigió en 1983 una película basada en este suceso, dentro de la serie La huella del Crimen