Guerra civil
Entre el 7 de noviembre de 1936, con el inicio del asedio por las fuerzas sublevadas, y el 23 de marzo de 1937, en que fracasó la última tentativa, se desarrolló la lucha por la posesión de la capital que se conoce como la batalla de Madrid; y la disyuntiva ocuparla ciudad o defenderla dirimió la suerte de la guerra y expresó la naturaleza del conflicto.
Que los sublevados fracasaran en su asalto a la capital de la República a los cuatro meses de haber comenzado la sublevación, que fracasaran en cada una de las tácticas militares empleadas y que los republicanos se empeñaran en defenderla a toda costa, convirtió un golpe de estado en una larga guerra civil. Aquella defensa no sólo fue trascendental en el terreno militar sino que tuvo una dimensión simbólica que situó Madrid (y la lucha por su posesión) en el centro de atención de la opinión mundial de la época.
En Madrid confluyeron objetivos estratégicos y tácticos, políticos y económicos, sociales y simbólicos, para convertirse en una aspiración de conquista para los sublevados, de defensa para los republicanos, entendida como decisiva. La ciudad era un núcleo espacial y poblacional de primer orden. Con más de un millón de habitantes, se había encaminado durante las cuatro décadas anteriores por la vía de la modernización económica, con una ciudad de servicios que centralizó el capital financiero y las comunicaciones. Era la sede, como capital de la República,de los resortes políticos y administrativos, de las representaciones diplomáticas y tenía un capital simbólico de indudables consecuencias internas y con repercusiones en el terreno internacional. La idea de la toma de Madrid para los sublevados estuvo siempre presente, animados por una tradición centralista. Para los republicanos no era en sí mismo un objetivo militar de primera magnitud, pero no por ello perdía su importancia simbólica. Para ambos bandos la lucha por su posesión se planteó en términos de victoria global, y el fracaso de los sublevados en el asalto y el empeño republicano en la defensa marcó un punto de inflexión a partir del cual una guerra largase proyectó en otros puntos de la geografía peninsular. Paradójicamente, el objetivo principal de las tropas sublevadas en julio de 1936, fue el último cumplido en 1939.
Referencia[ ]
- MARTÍNEZ, Jesús A. Guerra Civil, en Enciclopedia Madrid S.XX
Este artículo reproduce el capítulo homónimo de la Enciclopedia Madrid Siglo XX, cuyo autor conserva el copyright.
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