Ermita del Cristo de la Oliva
Estuvo en el llamado Olivar de Atocha en el paseo de la Infanta Isabel, a la altura de la desembocadura de la calle de Alfonso XII. Se llamó así porque albergaba un Cristo que fue profanado, azotado y despedazado por unos judíos en 1594. La ermita fue reedificada en 1598 y llevada allí la imagen una vez recompuesta. La ermita recibía también el nombre de humilladero de Atocha. En 1564 unos herejes secuestraron la imagen de un Cristo y la destrozaron. Cuando Felipe II se enteró mandó que toda la Corte se vistiera de luto y juntando todos los trozos del Cristo los colocó en el convento de Atocha en solemne procesión. En 1598 se reedificó la ermita y se trasladaron las reliquias del Cristo. La ermita fue renovada en 1783 con el traslado de la imagen del Ángel de la Guarda de la ermita del mismo nombre y que fue derribada por su estado ruinoso. Desde entonces ésta del Cristo de la Oliva se denominó del Ángel de la Guarda. A partir de 1790 albergó también la imagen de San Blas cuando fue derribada su ermita para construir el Observatorio Astronómico. La ermita fue destruida en tiempo de los franceses y reconstruida más tarde, desapareciendo hacia los años setenta del siglo XIX.