La Nación
La Nación fue un periódico madrileño fundado en 1925 auspiciado y financiado desde la Administración de la Dictadura de Primo de Rivera con una plantilla muy parecida a la que redactó la desaparecida cabecera maurista La Acción y desaparecido en 1936. El rápido posicionamiento de la prensa a medida que se fueron sucediendo los acontecimientos fue el acicate que animó al dictador a crear su propio órgano de expresión y convertirlo en un instrumento propagador de los principios de la Unión Patriótica.
Contenido
Fundación[ ]
La sede social estaba en la calle del Marqués de Monasterio, 3 de Madrid. El nombre del diario figuraba con la primera letra de cada palabra en color rojo. La editorial era la Sociedad Anónima Editorial La Nación.
Las principales características de “La Nación” eran: diario de fácil lectura, amplia fotografía, incursión de encuestas, uso del color y caracteres “sensacionalistas”. Tres conceptos eran la base del diario: Justicia, Paz y Trabajo.
Inicialmente fue nombrado director el teniente coronel Pedro Rico Parada, quien durante años había ejercido la Dirección de la Censura. Este hecho motivó más tarde, su sustitución en el cargo por Manuel Delgado Barreto, auténtico periodista que se convirtió en el alma mater de la publicación desde septiembre de 1925 a abril de 1936. Tenía grandes colaboradores, tales como: Ramiro de Maeztu, José Antonio Primo de Rivera, José María Pemán, José Calvo Sotelo, Alonso Quijano, César de Alda, Francisco Gambín, Gonzalo Latorre y como caricaturista al famoso Joaquín Alba Santizo “Kin”.
El 12 de octubre de 1925, y bajo el título “Más que programa, propósito y actitud definida”, se podía leer:La República[ ]
Con la caída de la Dictadura de Primo de Rivera, se convertiría en el portavoz del sector más ultraderechista de la Unión Monárquica Nacional, criticando duramente a la CEDA, y especialmente a Gil Robles, a quien no consideraba adecuado para capitanear la reacción derechista.
En 1933, con la formación de la Falange Española, publicó un artículo en el que mostraba simpatías hacia el nuevo movimiento y se convirtió en el único diario que reprodujo íntegros los discursos entonces pronunciados. Sin embargo, pronto abandonó esta vinculación para pasar a convertirse en el arma propagandística del Bloque Nacional liderado por José Calvo Sotelo. Desde diciembre de 1935 a marzo de 1936, los temas a que dedicaba más interés eran artículos sobre la revolución y contrarrevolución, destinados a la movilización de los grupos derechistas con el objetivo de terminar con el régimen republicano establecido en España. Fueron numerosos los artículos sobre la necesidad de salvar a España de la hecatombe y llamamientos a ‘estar en su sitio’ con la 'esperanza puesta en Dios y el pensamiento en la Patria'.
La Revolución del 6 de octubre de 1934, ocupó muchos reportajes. Las muertes, asesinatos, quemas de iglesias y persecuciones se convirtieron para el diario en su principal arma propagandística, llegando a ser el tema preferido durante la campaña electoral de febrero de 1936. El tono amenazante ante una revolución todavía más trágica si triunfaban los elementos afectos al Frente Popular era determinante en infinidad de informaciones, artículos de opinión y editoriales. Sólo una “reacción derechista” podía salvar a España de aquella ola de terror según podía leerse en sus páginas.
Como represalia por el atentado contra el catedrático socialista Luis Jiménez de Asúa, en el que resultó muerto el policía de su escolta, los talleres del periódico fueron incendiados, quedando prácticamente destruidos en su totalidad. Así pues, publicó su último ejemplar el 13 de marzo de 1936.
Redactores asesinados en la Guerra Civil[ ]
De la redacción de "La Nación" fueron varios los miembros asesinados durante la Guerra Civil Española de 1936. Entre ellos cabe señalar a: José San Germán Ocaña, redactor jefe fue preso en la cárcel Modelo y fusilado en Paracuellos el 7 de noviembre de 1936. Juan Laguia Lliteras redactor, fue fusilado en Madrid. Gonzalo Latorre Martínez, también redactor, asesinado el 12 de octubre de 1936. El sobrino del director, Leoncio Delgado Cruz, encargado de los deportes y que firmaba con el seudónimo de El Capitán Grant, fue fusilado en Madrid, así como Gerardo Fernández de la Reguera ‘Areuger’, renombrado dibujante que acompañó a Manuel Delgado Barreto desde el proyecto de “El Mentidero”, realizando los dibujos de las portadas. El propio director Manuel Delgado Barreto fue detenido en su domicilio de Carabanchel el 20 de julio de 1936 y llevado a la cárcel Modelo de Madrid, donde permaneció hasta el 5 de noviembre en que se recibió en la prisión orden de traslado a otro penal, desapareciendo en dicha fecha sin haber vuelto a tener noticia alguna de su paradero.
En la actualidad[ ]
La Nación reaparece en 1991 bajo la dirección de Félix Martialay, para sustituir a El Alcázar, en principio lo hace como semanario, hoy día se edita como quincenal. La Nación es desde 2007 un diario por Internet editado por el Grupo Intereconomía.
Enlaces externos[ ]
Fuentes[ ]
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