Observatorio Astronómico
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En 1790 comienza a construirse el Observatorio Astronímico por iniciativa del rey Carlos III por consejo de Jorge Juan. El edificio donde se asienta fue diseñado por el arquitecto Juan de Villanueva. Sin embargo, debido a que la carencia de astrónomos en nuestro país ya que éstos se encontraban por toda Europa, así como posteriormente la invasión francesa, las actividades del Observatorio quedan suspendidas hasta mitad del siglo XIX. Es en 1845 cuando se reinician las obras siendo estas dirigidas por Gutiérrez de Arinteo y por Narciso Pascual Colomer. Este último fue el encargado de la proyección y dirección del cierre con cristales el templete entre otras. La obra se termina en 1847
En 1854 se instala el círculo meridiano de Repsold y cuatro años más tarde el anteojo ecuatorial de Mertz. Tras una primera etapa en la que el Observatorio dependió directamente del rey a través de un comisario regio y, posteriormente, del rector de la Universidad Central, en marzo de 1904 el Observatorio fue agregado al Instituto Geográfico Nacional.
En 1974 el arquitecto Antonio Fernández Alba comienza la restauración del Observatorio, trabajo por el cual recibiría el Premio Nacional del Patrimonio Artístico de 1980.
Actualmente el edificio Villanueva alberga la mayor parte de la biblioteca del Observatorio, así como una colección de instrumentos antiguos y pequeño instrumental, destacando un círculo meridiano, una colección de relojes de precisión así como un péndulo de Foucault en la rotonda central ilustra la rotación diaria de la Tierra. El edificio se encuentra coronado por un telescopio ecuatorial de Grubb (1912).
Por Real Decreto 764/1995 de 5 de mayo se declara Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento (publicado en Boletín Oficial del Estado con fecha de 2 de junio de 1995).
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