Paradores

Los paradores eran lugares de comida y alojamiento para los viajeros. En Madrid existieron algunos como:

• Parador de Gil Imón: Estuvo situado en la ronda de Segovia con vuelta a la calle de Gil Imón y al paseo Imperial. Era un inmenso edificio rectangular con un corral en medio que tomó el nombre del cercano portillo de Gil Imón, situado al final de la calle del Rosario.

• Parador de Muñoz: Estuvo a las afueras de la ciudad, en el camino de Alcalá, donde hoy se levanta la torre de Valencia. Muñoz era un rico industrial que poseía una fortuna de unas 700 mil pesetas, que heredaron -parador y fortuna- los hermanos de apellido Altiminas, así como unos terrenos en el término de Canillas. Además, poseía el industrial un negocio combinado de tejar y producción de hielo en un ventisquero en Navacerrada.

• Parador de San José: Estaba a la entrada de la calle de Velázquez, en el camino de Alcalá. Tenía dos plantas y horno. Hasta aquí llegó el elefante “Pizarro” cuando se escapó del zoo y se zampó los bollos y panes que había preparados.

• Parador de Sierra: Estuvo situado en donde hoy se encuentra una de las dos torres que hay en la glorieta del Puente de Segovia, en la acera de los impares del paseo de Extremadura, antiguo camino de Extremadura.

• Parador del Norte: Estaba en la calle de Bravo Murillo, en la antigua carretera de Irún, a la altura de la calle de Feijoó, aproximadamente.

• Parador del Paraíso: Estuvo situado al comienzo de la calle de Antonio López, en la acera de los pares, en la antigua carretera de Andalucía.