Parque de la Alameda de Osuna

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Se halla entre la avenida de Logroño, la calle de Rambla y el paseo de la Alameda de Osuna. Tiene 14 hectáreas. La Alameda de Osuna es uno de los pocos ejemplos que quedan de aquellas fincas de recreo que rodearon Madrid desde finales del siglo XVIII y durante el XIX.

La Alameda fue un antiguo pueblo con restos de la edad del bronce, romanos y de la época medieval, que se habría despoblado de no ser por don Pedro de Alcántara Téllez de Girón, noveno duque de Osuna quien, en 1783, compró al conde de Priego unos terrenos con una casa de labor, una huerta y varios edificios. Es la parte correspondiente al llamado Jardín bajo de la Fuente de las Ranas. El duque amplió la finca con la adquisición de terrenos colindantes, mandó plantar la alameda que daría nombre a la finca y en 1787 comenzó la construcción del palacio de forma cuadrangular con torreones en los extremos, obra de los arquitectos Machuca y Medina. Hacia 1792 ya estaba la finca prácticamente completada con numerosos edificios anejos: Embarcadero, Salón de Baile, Abejero, Casa de Vacas, varios estanques... Las obras del jardín, realizadas por Jean Baptiste Mulot y Pierre Provost, se prolongaron desde 1785 hasta 1807 siguiendo el estilo inglés con lagos, rías y estanques.

La Alameda de Osuna también sería conocida como "El Capricho" en honor de la duquesa de Osuna, pues fue ella quien más interés puso en su transformación en finca de recreo. La duquesa mandó repoblar y mejorar el arbolado para convertir la finca en un auténtico vergel. Para ello se trajeron ciento setenta y seis árboles de Francia y más de trescientos de los Reales Sitios del Retiro, Aranjuez y San Fernando de Henares, entre ellos castaños de Indias, sóforas, cipreses, moreras, álamos, acacias, pinos, etc. La finca estaba dividida en dos zonas claramente diferenciadas: una cercada que rodeaba el jardín de El Capricho y el palacio y otra agrícola abierta con las casas de los hortelanos y dependencias anejas. En la finca se construyeron el Templo de Baco, la Casa del Ermitaño, el Abejero, la Casa Rústica, la Casa de la Vieja, etc., situados en pequeños rincones a los que se accedía mediante caminos sinuosos o canales navegables. El palacio fue modificado y ampliado en varias ocasiones. En 1815, la duquesa encargó la realización del Casino o Salón de Baile, situado en un extremo de la ría que parte del lago.

Al palacio acudían Goya, la duquesa de Alba, María del Pilar Teresa Cayetana de Alba, Ramón de la Cruz, Iriarte y Boccherini, que estaba al servicio de la condesa de Benavente. La condesa organizaba excursiones por la finca con amigos de la nobleza, escritores, etc., algunas de las cuales quedaron inmortalizadas por Goya en sus lienzos Las damas en el balcón, El columpio y La caída. La duquesa de Osuna fue la descubridora y protectora del pintor aragonés quien pintó más de treinta cuadros para decorar el palacio de la Alameda de Osuna así como otro que poseían los duques de Osuna en las Vistillas. Los famosos Caprichos fueron pintados para la biblioteca del palacio y La pradera de San Isidro para el gabinete.

En 1882 la finca del Capricho fue subastada y fue adquirida por la familia Bauer. Aunque en 1934 la finca fue declarada Jardín Artístico, durante la guerra civil el palacio fue ocupado por el general Miaja como Cuartel General del Ejército republicano (en el parque permanecen aún un búnker, un refugio subterráneo a la izquierda del palacio y los restos de varios nidos de ametralladoras junto al castillo). Tras la guerra pasó a ser propiedad de una inmobiliaria y finalmente del Ayuntamiento de Madrid a partir de 1975, quien acometió la tarea de restaurar el conjunto y abrirlo al público. El largo abandono acabaron con las pinturas del palacio y los diversos monumentos y esculturas repartidas por los jardines. Los jardines han sido restaurados y abiertos al público los fines de semana.

En el parque se han inventariado más de cien especies diferentes de árboles así como abundantes matorrales, lo que ha favorecido la presencia de un gran número de animales, la mayoría aves como estorninos, grajillas, abubillas, ruiseñores, lechuzas, mochuelos, cárabos, currucas, autillos, tórtolas y pitos reales, además de patos, cisnes, gansos y faisanes.

Este artículo incorpora material del Diccionario Enciclopédico de Madrid, de María Isabel Gea, publicado por Ediciones La Librería, autorizada su inclusión en Madripedia bajo licencia Reconocimento-CompartirIgual