Pastelería La Flor y Nata

Plaza de Celenque, 1. Se abrió en 1834 además de como pastelería, como salón de té donde se daban cita escritores y artistas del siglo XIX. Desaparecido el salón de té, se dedicaba a la pastelería tanto dulce como salada. Entre sus especialidades dulces destacaban la crema catalana, las polkas, las cocas de San Juan y los panellets que denotaban el origen catalán de este comercio. Y entre las saladas los canapés y los emparedados. Cerró sus puertas a finales del año 2000.

Este artículo incorpora material del Diccionario Enciclopédico de Madrid, de María Isabel Gea, publicado por Ediciones La Librería, autorizada su inclusión en Madripedia bajo licencia Reconocimento-CompartirIgual