Plaza antigua de los Mostenses
La plaza antigua de los Mostenses se encontraba entre la calle del Álamo y las desaparecidas de San Cipriano y del Rosal. El nombre procedía del convento de San Norberto de clérigos regulares premostratenses, conocidos popularmente por mostenses. Con la construcción de la Gran Vía desapareció esta plaza y se construyó otra nueva unos metros más al norte bautizada con el mismo nombre de los Mostenses.
En la plaza, esquina a las desaparecidas travesía del Conservatorio y calle de San Cipriano estuvo el palacio del conde de Revillagigedo luego denominado casa del Patriarca por haber residido allí Antonio Cebrián y Valda, Patriarca de las Indias. En 1823 albergó a la denominada Suprema Asamblea de los Comuneros de Castilla, una sociedad secreta semejante a la de la Masonería que tanta importancia tuvo durante el trienio liberal. Allí vivía el Gran Castellano, nombre con que se designaba al jefe de los comuneros. El fin de la Suprema Asamblea era la de promover y conservar a toda cosa la libertad así como sostener los derechos de los españoles contra el gobierno absolutista. En 1830, la reina María Cristina de Borbón creó en esta casa el Conservatorio de Música y Declamación. Fue el primer conservatorio que tuvo Madrid. En el siglo XX se estableció aquí el llamado Centro recreativo España, fundado por varias damas aristocráticas como lugar de reunión para los soldados.