Población activa
Hace medio siglo la población activa de Madrid (región) suponía 41% de la población total. El porcentaje decreció hasta 1985, cuando el 35% alimentaba a los dos tercios restantes. En los noventa la tendencia se invirtió, aumentando el porcentaje de los implicados en los procesos productivos. Ahora bien, algo mas preciso nos indican las llamadas tasas de actividad.
Madrid terminó el siglo XX no sólo con una renta per capita superior en un 34% a la renta media española (sólo superada por Baleares) sino con una tasa de actividad (población mayor de 16 años que está en el mercado de trabajo) del 56%, casi cinco puntos por encima de la media española, superando también la media española en tasa de actividad femenina en las mujeres mayores de 45 años, pero inferior entre las que comprendidas entre 16 y 24 años, lo que refleja la opción de las jóvenes madrileñas por permanecer más tiempo en el sistema educativo, buscando formación y adquiriendo experiencia humana, frente a la pronta inserción en el marcado de trabajo.
La tasa de actividad vigente en un colectivo es relevante desde el punto de vista económico, al indicar el porcentaje de sus habitantes que esta en el mercado laboral, bien trabajando (ocupados) o buscando un empleo (los parados). Los países prósperos superan a los pobres en muchos indicadores pero también en su tasa de actividad, esto es que un porcentaje superior de la población está implicada en los procesos productivos; dicho de otra forma, el colectivo que está en el mercado laboral debe alimentar a los que por falta de recursos económicos, edad o estar en periodo de formación, no se ofrecen al mercado laboral. Pues bien, este activo es superior en Francia, Alemania o Suecia que en España. Y Madrid, como se ha dicho, supera a la media española, que es baja sobre todo por la reducida tasa de actividad de las mujeres, un fenómeno típico de los países mediterráneos frente a las tasas de participación femenina mas elevadas de Europa occidental y, más aún de los países nórdicos.
Parte de la población activa esta en situación de desempleo. Problemas social y económico mal resuelto desde 1975, desde mediados de los años noventa experimenta drásticas reducciones, aproximándose a los niveles de desempleo de la Unión Europea. En el años 2001 la tasa de paro (parados con respecto a la población activa) se situó en Madrid en el 9,5%, cuando el desempleo español estaba por debajo del 13%, y también en Madrid la tasa de desempleo entre mujeres (13,5%) era inferior al 18,6% del resto de España. Posiblemente este menor desempleo femenino se deba a la importancia de los servicios en la economía madrileña: los servicios emplean a más mujeres que otros sectores y ofrecen horarios y empleos a tiempo parcial más adecuados para familias en las que existen dos miembros perceptores de salarios.
Habitualmente se resalta la importancia de los servicios en la economía de Madrid, asociándose a la capitalidad política y económica; hay que destacar la importancia creciente que están adquiriendo en los últimos años en Madrid los servicios privados, los servicios destinados a la venta, frente a los ligados a las administraciones públicas o servicios no destinados a la venta. Los destinados a la venta crecen por la demanda existente en el mercado; crecen en condiciones de competencia porque encuentran condiciones adecuadas (demanda, infraestructuras o expectativas) que hacen atractiva su instalación. La dinámica de los no destinados a la venta es diferente, al pertenecer al sector no competitivo de la economía y su crecimiento puede implicar distorsiones en la asignación de los recursos económicos. En los últimos años la capitalidad económica parece estar adquiriendo en Madrid más peso, y en un marco de descentralización administrativa, los servicios destinados a la venta refuerzan su presencia en Madrid frente a los más tradicionales servicios administrativos o no destinados a la venta.
Madrid es claramente una sociedad de servicios. El 72,3% de los ocupados en la Comunidad de Madrid se emplean en el sector servicios mientras que en el resto de España lo hace poco más del 60%. Pues bien, tanto en Madrid como en el resto de España el 60% de la población de servicios lo hace aquellos destinados a la venta y el 40% en administraciones públicas y servicios privados. Cabría añadir que en los últimos años se ha reforzado el peso de la capitalidad económica de Madrid, en un marco de descentralización administrativa, adquiriendo más peso y dinamismo los servicios destinados a la venta. Y esta tendencia se refuerza con el paso del tiempo. Los servicios no destinados a la venta se reducen, en términos relativos, en Madrid mientras que crecen los servicios de mercado, particularmente en la última década. En el resto de España llama la atención el progreso de los servicios de las administraciones públicas.
Todo parece indicar que en la nueva configuración centrífuga del mapa político español hay una tendencia a la dispersión de los servicios administrativos. Para el establecimiento del mapa económico se necesitan elementos de anclaje y de coordinación, con clara referencia a centros espaciales; desde este punto de vista. Madrid ofrece características adecuadas para este tipo de cometidos.
Referencia[ ]
- MUÑOZ CIDAD, Cándido. Población activa, en Enciclopedia Madrid S.XX
Este artículo reproduce el capítulo homónimo de la Enciclopedia Madrid Siglo XX, cuyo autor conserva el copyright.
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