Pozos de la Nieve
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En 1607 el catalán Pablo Xarquíes consiguió el monopolio de la distribución de la nieve fundando la Compañía de Abasto de Nieve. Además estableció la Casa Arbitrio de la Nieve y Hielos del Reino, encargada de abastecer al rey y a los ciudadanos a través de varios puestos distribuidos por Madrid. El origen de los pozos de la nieve se debe a la utilización de la nieve para la conservación de alimentos y medicinas, así como para enfriar las bebidas durante el verano, costumbre que se mantuvo en la Edad Media gracias a las comunidades árabe y judía. Los edificios solían ser alargados con tejados a dos aguas, una puerta y una ventana, y en su interior se hallaban los pozos separados y aislados por tabiques, sin ventilación ni comunicación para que se mantuviera el frío.
Los pozos de la calle de Fuencarral eran un conjunto industrial compuesto de un edificio alargado con seis pozos independientes y aislados y otros destinados a balsas para la nieve y demás dependencias auxiliares. En dichos pozos se almacenaba la nieve que traían los neveros en mulas desde la sierra del Guadarrama.
En el siglo XVIII la compañía entró en crisis aunque los pozos siguieron funcionando hasta mediados del siglo XIX. Sin embargo, a finales de este último siglo la compañía se liquidó. En el solar se levantaron varios edificios de viviendas.
