Reformismo de Canajelas
José Canalejas y Méndez (1854-1912) nació en Ferrol. Se formó en la Institución Libre de Enseñanza. Ocupó distintos cargos de gobierno desde 1888, y en 1910 fue nombrado jefe del Gobierno y del Partido Liberal, tras la Semana Trágica de Barcelona y la caía de Maura.. Su mandato, caracterizado por la implantación de un programa de acusado corte liberal y democrático, fue la última experiencia regeneracionista antes de la desintegración del Partido Liberal
De una sólida formación intelectual, representaba el modelo de «nuevo liberalismo», intervencionista en materias económicas sociales, característico del momento en otros países europeos y cuyo referente obligado era el programa de reformismo socioeconómico del radical inglés David Lloyd George. El Estado debía ocuparse de la economía, la organización de la sociedad y la educación —la socialización— de la población. Su propósito fundamental era lograr lo que denominó «nacionalización» de la monarquía, de modo que no quedara «ninguna energía útil fuera de ella». Se trataba, tras el intento de Maura, del segundo intento de regeneración interna del sistema de la Restauración, ahora desde la vertiente liberal.
Canalejas se marcó, como primera meta, sustituir el impopular impuesto de consumos por un impuesto progresivo sobre las rentas urbanas. Su dificultosa aprobación —en junio de 1911, y en medio de las protestas de los ayuntamientos, perjudicados por la bajada recaudatoria— dio cumplimiento a una de las reivindicaciones populares más deseadas. Otra medida popular fue la Ley de Reclutamiento y Reemplazo de febrero de 1912; llevar a cabo «la democratización del Ejercito» suponía extender a todas las clases sociales la obligación de «servir a la patria», algo inaplazable, cuando resurgía el problema de Marruecos; para superar previsibles resistencias sociales, Canalejas introdujo la figura del «soldado de cuota», permitiendo que quien pagase mil o dos mil pesetas permaneciese en filas menos tiempo (cinco o diez meses, en lugar de tres años), si bien no podría librarse de ir al frente en caso de guerra. De ese modo, el servicio de armas —obligatorio en tiempo de guerra— duraría unos meses —en tiempo de paz— a cambio del pago de una suma de dinero.
Canalejas era representante del ala izquierda del Partido Liberal sobre todo por su actitud laicista. Planteó la cuestión religiosa en la llamada «Ley del Candado» (diciembre de 1910), por la que no se podrían establecer nuevas órdenes religiosas en España sin previa autorización; pese a la radical oposición de los sectores católico, fue aprobada en las Cortes aunque con una sutil enmienda, que a la largo, impidió su aplicación. Intervino también en la cuestión marroquí, con la ocupación de Larache, Arcila y Alcazarquivir y, en suma, buscó transformar el viejo liberalismo en uno nuevo de signo social e intervencionista, laico y reformista, lo que hubiera permitido una evolución desde dentro del sistema hacia la democratización política. Pero su labor de gobierno quedó truncada de manera trágica cuando fue asesinado el 12 noviembre de 1912 en la Puerta del Sol de Madrid—en el momento en que yendo a pie al Ministerio de la Gobernación, se detenía ante el escaparate de una librería—, a manos de un anarquista, Manuel Pardiñas, que no pretendía acabar con él sino con el monarca. El asesino estaba fichado por la policía y se suicidó instantes después de haber cometido el crimen. La muerte de Canalejas tuvo una significación decisiva en la evolución política de la Monarquía: desaparecía la gran oportunidad de regeneración interna de la Restauración. Su obra no halló continuadores, reabriéndose la dualidad de jefaturas en el Partido Liberal con la disputa Romanones-García Prieto.
Referencia[ ]
- SÁNCHEZ ILLÁN, Juan Carlos. Reformismo de Canalejas, en Enciclopedia Madrid S.XX
Este artículo reproduce el capítulo homónimo de la Enciclopedia Madrid Siglo XX, cuyo autor conserva el copyright.
No es un artículo modificable ni está bajo licencias libres. Si eres el autor del mismo y quieres modificarlo, mándanos un correo