Residencia de Estudiantes y la música
La actividad musical de la Residencia en los años veinte y treinta es una especie de paraíso musical, fruto de un momento de lucidez sin precedentes. Es la resultante de un programa cultural en el que había un intento de formación globalizadora. Se trataba, en palabras de Alberto Jiménez Fraud, de «formar un estudiante rico en virtudes públicas y ciudadanas», y Jesús Bal y Gay es quien mejor ha descrito la actividad musical de la Residencia: «La música, al igual que las ciencias, la poesía, la filosofía y las artes plásticas, era parte esencial deis educación de los estudiantes que vivíamos allí, y esto de manera activa, directa, constante». Porque siguiendo consignas platónicas del Timeo o La República, la música era tan parte integrante de la formación como el laboratorio o la biblioteca.
La Residencia no fue mero sujeto paciente de la música, sino un lugar de actividad musical trascendental y su ambiente musical cambió la actitud ante la música de todos los residentes, convirtiéndose formación musical en símbolo «de comportamiento moderno», algo muy valorado en aquella casa. Cabe citarla labor de las Misiones Pedagógicas que dirigía el musicólogo Gustavo Martínez Tomer, que recorrían los pueblos de España interpretando el repertorio de las diversas regiones. Fruto de esta actividad musicológica del propio Tomer y Bal y Gay fueron los cancioneros y el Archivo de la Palabra. En otro campo estuvo la práctica orfeonística llevada a cabo por Rafael Benedito, vinculado a la Residencia, que fructificó en varias publicaciones.
Lugar destacado lo jugaron algunos escritores vinculados a la Residencia e impulsores de la actividad musical. Juan Ramón traducirá el Beethoven de Romain Rolland, que encabeza la serie de biografías de la Residencia; Marinero en tierra de Alberti llevaba tres ilustraciones musicales de Gustavo Durán, Rodolfo y Ernesto Halffter, La pájara pinta de Alberti fue musicada por Esplá; también nació la de Bergatnín/Esplá. Dos canciones infantiles, Cortejo y Locomotora, proceden de Cernuda/Bacarisse, estrenadas en la Residencia en 1930, y el gran ballet de Pittaluga, La romería de los cornudos, con texto de Rivas-Cheriff-Lorca y decorados de Alberti, fue concebido para la Residencia. Se deben citar las ediciones de cancioneros y entre ellos las Cuarenta canciones españolas, una especie de breviario musical para los residentes, el Cancionero musical, y las Treinta canciones de Lope de Vega, fruto de una necesidad de consumo, pero también de una labor de investigación importante. De otros residentes como Fernando Vela, salieron algunos de los ensayos mas agudos sobre la música del momento, como El arte al cubo.
Lugar especial merecen Lorca y Gerardo Diego. El piano Bechstein de la Residencia fue testigo de los conciertos lorquianos lo mismo que de los de Bal y Gay. Lorca se sentaba frecuentemente al piano y ensayaba «a medio tono y a media voz» sus composiciones. Resonantes fueron algunas de las presentaciones del poeta en su función de músico, acompañado de la Argentinita, o sus conferencias sobre folclore acompañándose él mismo o por la Argentinita. Aquel ambiente musical fructificó en las sonadas visitas de Pilar López, de los pianistas Cubiles, Galvé, Lola y Josefina de La Torre, y una actividad concertistica ininterrumpida. Por la residencia pasaron Wanda Landovska, Ravel, Milhaud, Poulenc, Stravinski.
En la Residencia aconteció el acto musical mas trascendente de aquella época, la presentación del Grupo del 27 o de la República, con un concierto en el que se estrenaron obras de todo el grupo madrileño: los Haffner, Pittaluga, Bautista, Remacha, Rosita Ascot, Bacarisse, Mantecón: durante aquel acto Gustavo Pittaluga leyó el denominado Manifiesto del Grupo, publicado después por la Gazeta Literaria.
Referencia[ ]
- CASARES RODICIO, Emilio. Residencia de Estudiantes y la música, en Enciclopedia Madrid S.XX
Este artículo reproduce el capítulo homónimo de la Enciclopedia Madrid Siglo XX, cuyo autor conserva el copyright.
No es un artículo modificable ni está bajo licencias libres. Si eres el autor del mismo y quieres modificarlo, mándanos un correo
