Restaurante Malacatín
Restaurante Malacatín se encuentra en la calle Ruda, número 5.
La taberna fue fundada por Julián Díaz García (natural del pueblo conquense de Orcajo de la Sierra) en 1860. El origen de tan curioso nombre se debe a un ciego que se sentaba todos los días a tocar la guitarra a la puerta de la taberna. Por lo visto lo hacía tan mal que un día el propietario salió enfadado y recriminando al pobre hombre: «no sabes sacar más notas, que ma la ca tín...ma la ca tín... ma la ca tín, tín, tín». Así a todas horas, y no hay quien lo aguante». Y las verduleras, que vendían habitualmente en esta calle, cuando querían ir a tomar algo, decían «vamos a donde el malacatín». Otra versión dice que el ciego, cuanto más intentaba tocar la guitarra, peor lo hacía, por lo que se ganó el apodo de "Malatoca" o "Malacata". Cierto día que el tabernero ya estaba harto de los sones del ciego, salió enfadado de la taberna y cogiendo la guitarra le dijo al pobre ciego como debía tocarla tarareando por alegrías «Malacatín, Malacatín, Malacatín, tín, tín... Malacatín». Y como al propio tabernero le gustó tanto este nombre, decidió pintarlo en un letrero que colgó de la entrada del local.
La taberna pasó de padres a hijos, cuya afición -los toros- ha convertido las paredes del local en un verdadero museo taurino: litografías antiguas de toreros, fotografías, carteles, billetes, etc. Una muy pequeña muestra de lo que en realidad existe en la vivienda, situada en el piso superior.
El plato típico de esta taberna es el cocido madrileño acompañado de un buen vino de Valdepeñas. El cocido que aquí sirven destaca, además de por su buen sabor, por su abundancia. Es muy difícil que algún comensal consiga terminarlo.