Sector Servicios (artículo)
El elevado y creciente peso de las actividades de servicios constituye uno de los rasgos más característicos de las economías avanzadas. En los Estados Unidos, el sector servicios proporciona ocupación a más del 70% de la población activa. En la Unión Europea, este sector supone – como media - el 67,5% del valor de la producción total y en España, los servicios aportan en torno al 67% del valor añadido total del país y emplean a algo más del 65% del total de la población ocupada del país.
En Madrid, al igual que otras regiones-capital de los países europeos, la importancia del sector servicios alcanza cotas que están muy por encima de la media nacional. Los últimos datos disponibles (año 2005, estimación de avance del INE) muestran que los servicios representan el 76,1 por 100 del valor añadido de la región y el 75,8 % del empleo total de la región, (3.166.800 personas), cifras que en términos relativos son algo más elevadas cuando los datos se refieren exclusivamente a Madrid-capital, donde más del 80% de las personas que trabajan realizan actividades de servicios, bien sea en el sector público o en actividades privadas.
La expansión que han experimentado los servicios ha sido espectacular en las últimas décadas. En 1959, las personas que realizaban tareas de servicios en España suponían alrededor del 31,5% del total. Nuestro país podía todavía calificarse entonces, según se afirmaba en algunos textos, como ‘un país esencialmente agrícola’, aunque las actividades industriales y las relacionadas con la construcción tenían ya notable importancia. En 1975, el anterior porcentaje se elevaba ya al 42,6 % del total de empleos y treinta años más tarde, es decir, en 2005, la cota porcentual alcanzada se sitúa - como antes se ha indicado - por encima del 65%, equivalentes a 11,2 millones de puestos de trabajo.
El hecho de que Madrid pueda calificarse hoy como una economía de servicios no constituye algo reciente. De hecho, en 1959 el peso del empleo en actividades de servicios en Madrid (612.755 empleos según datos de la serie BBVA) equivalía ya al 59,5% del empleo total de la región. Pero, lo que ha sucedido desde entonces es que dicha cifra se ha triplicado como consecuencia no sólo del constante crecimiento de la población en Madrid-capital y en la Comunidad de Madrid en su conjunto, sino debido a la creciente capacidad de concentración de servicios que se ha producido en Madrid y su área metropolitana. Por supuesto que el hecho de que la Administración Central tenga la mayoría de sus organismos en Madrid ha sido uno de los motores favorables a la expansión de la economía madrileña, en general, y de forma particular en cuanto a los servicios. El llamado ‘efecto capital’ que se observa en otros muchos países (con ejemplos como París, Berlín, Bruselas, Londres, Copenhague y otras capitales) ha tenido también su reflejo en el caso de España, incluso a pesar del fuerte proceso de descentralización que ha comportado la existencia de las comunidades autónomas. La proximidad a los centros políticos de decisión atrae la localización de las sedes de muchas grandes empresas nacionales y las representaciones de muchas multinacionales, además de numerosas empresas de servicios cuya área de mercado es muy amplia (como sucede con determinados servicios a empresas). A todo ello se ha ido sumando la potenciación financiera de la capital (concentración de centrales bancarias y de nuevas entidades financieras; relevancia de la Bolsa de Madrid; sedes de compañías de seguros), así como el importante crecimiento de las actividades relacionadas con el turismo (negocios, espectáculos, museos), el ocio, y la fuerte expansión de las ferias y exposiciones, donde Ifema se ha convertido en un punto de referencia a escala internacional.
No hay que olvidar, por otra parte, que Madrid-capital y su entorno metropolitano concentran actualmente un volumen de población que, por si misma, es ya demandadora de servicios de todo tipo: comercio, transportes, educación, sanidad, restauración, y servicios sociales y personales. Y tampoco debe dejarse a un lado el papel que en Madrid y su entorno sigue jugando la industria, ya que, como consecuencia de la política industrial desarrollada durante el franquismo Madrid se convirtió hace años en un importante núcleo industrial. A pesar de que la crisis internacional y sectorial iniciada a mediados de los setenta provocó fuertes reajustes industriales en toda España y en muchos países, que también afectaron directamente a Madrid y las principales localidades de su área metropolitana, el potencial industrial de Madrid sigue siendo muy elevado y ha experimentado nuevos desarrollos en el entorno de la capital, en las ramas productivas de informática, telecomunicaciones, aeronáutica, componentes de automóviles y vehículos de transporte,...) que se han sumado a las industrias instaladas con anterioridad y a las más orientadas al consumo. En concreto, los ejes de las grandes carreteras y autovías que parten de Madrid (el Corredor del Henares, la autovías de Burgos-Irún, de Valencia y de Extremadura, p.ej.) han registrado un importante crecimiento industrial (que se extiende hacia Guadalajara y Toledo), el cual ha venido acompañado también de la localización de servicios en varias localidades importantes de la región. A su vez, en un largo tramo de la Nacional II (autovía de A Coruña) se ha operado una extraordinaria expansión de empresas de servicios, centros comerciales y de negocios, con una importante dotación de locales destinados a oficinas y servicios centrales de grandes empresas. Torrelodones, Pozuelo, y Villalba son, actualmente, núcleos de servicios particularmente importantes y en crecimiento, como lo son, en mayor o menor medida, Coslada, San Fernando, Torrejón y Alcalá de Henares al Este, Tres Cantos y San Sebastián de los Reyes hacia el Norte, y Leganés, Getafe, Alcorcón, Fuenlabrada y Parla, al Sur, entre otros.
¿Seguirá creciendo el sector servicios en Madrid-capital y en su entorno metropolitano? La respuesta es indudablemente positiva. En las dos últimas décadas, el mayor número de empleos se ha seguido creando en las actividades de servicios, y el atractivo que tiene Madrid-capital (a escala nacional e internacional), junto con la propia dimensión demográfica y económica del área metropolitana, seguirán potenciando las posibilidades de localización de nuevas actividades de servicios en Madrid y la atracción y el desarrollo de otras que están todavía en sus inicios. Cuando se analiza el crecimiento de los servicios en las economías modernas se concluye que, desde el lado de la demanda, los tres motores básicos que impulsan su desarrollo son: el consumo y utilización de servicios por parte de las familias, la demanda de servicios por parte de la industria y de las propias actividades terciarias, y el crecimiento del comercio internacional, tanto de productos como de servicios. Todos los datos recientes indican que en estos tres frentes se está produciendo una creciente demanda de servicios que no tenderá a detenerse, especialmente por parte de las familias y/o ciudadanos individuales y por parte de las empresas. Desde el primer punto de vista, baste recordar que las pautas de comportamiento de la sociedad actual están determinadas por varios hechos que se relacionan con la demanda de servicios: el trabajo de la mujer (lo que implica demanda de servicios domésticos; comidas fuera del hogar; guarderías, etc.), la creciente valoración de la cultura y actividades de ocio (espectáculos, deporte, mayor atención a la práctica de deporte, clubs sociales....) y el envejecimiento de la población (que va acompañado también de más tiempo libre, una mayor atención a los cuidados personales y los servicios sanitarios, demanda de formación, etc.). Todo ello, sin excluir el crecimiento que ya experimentaban otros renglones de servicios más generales: como los transportes, la educación y lasanidad a todos los niveles. Por otra parte, también la demanda de servicios por parte de las empresas. De hecho, hoy ya no puede hablarse de la industria manufacturera sin considerar de inmediato sus requerimientos de servicios para ser eficiente e impulsar su propio desarrollo. Servicios de asesoramiento fiscal, legal, contabilidad; publicidad; diseño; comercialización; servicios tecnológicos e informáticos, figuran entre los inputs imprescindibles para que las manufacturas sean cada vez má competitivas, y algo similar ocurre con muchas de las ramas de servicios, demandantes a su vez de servicios proporcionados por otras ramas del sector. (Véase la voz Servicios a empresas).
Por otra parte, la propia centralidad de Madrid y su oferta de algunos servicios de elevada calidad o prestigio atrae hacia la capital a usuarios de las provincias limítrofes e incluso del resto de España. Este es el caso de algunos servicios sanitarios y hospitalarios, o el de la educación y enseñanzas universitarias. Además, a pesar del fuerte proceso descentralizador que ha experimentado España a partir de la Constitución de 1978, algunos servicios directamente prestados por el sector público (o al menos dependientes del mismo), como son la justicia, la defensa y numerosos servicios administrativos centrales, siguen estando fuertemente localizados en Madrid. Esto sucede, asimismo con las actividades de investigación y desarrollo (I+D), cuya presencia en Madrid se estima en cerca del 40% del total nacional.
En definitiva, Madrid es en estos momentos un gran centro oferente de servicios financieros y a empresas; un centro turístico y comercial de primer orden; y un centro de exposiciones y ferias que compite con muchas ciudades europeas. Una buena parte de estas actividades se localizan y extienden más allá de los límites del municipio madrileño propiamente dicho. Pero, la concentración de servicios financieros y a empresas ha dado lugar al desarrollo y surgimiento de varios ejes urbanos (la Castellana y su entorno inmediato, de forma muy destacable) y centros de actividad que han impulsado no sólo la elevación del coste del suelo y los alquileres en bastante zonas de la ciudad, sino que ha generado serios problemas de congestión, de infraestructuras y de re-diseño de la ciudad.
Fuente de la primera versión: Artículo de la Madrid Siglo XX. Enciclopedia, autor Juan Ramón Cuadrado Roura