Teatro de la Cruz
El teatro de la Cruz era un teatro que se encontraba en la Calle de la Cruz, y que se tiene constancia de su existencia desde el Siglo XVII, habiendo un corral de comedias donde se representaban comedias.
Debido a su estado ruinoso, el ayuntamiento de la ciudad, encarga al arquitecto Pedro de Ribera la reconstrucción del mismo, realizando uno con capacidad para 1.500 espectadores. Sin embargo, el edificio de arquitectura regular y con un escenario corto y con un diccionario mal dispuesto fue objeto de críticas durante todo el siglo XIX, llegando ser declarado en el año 1849, como "oprobio del arte". Un año más tarde se reabre pero de manera intermitente, cerrando en los años 1852 y 1857. En noviembre de 1859, es demolido.
El antiguo emplazamiento del Teatro de la Cruz es ocupado hoy por la calle de Espoz y Mina. Al lado está el callejón del Gato donde se pueden ver los espejos deformantes que inspiraron a Valle Inclán el esperpento.