Teresa Valle de la Zerda

De Madripedia
Saltar a: navegación, buscar

La promotora de la fundación del Convento de las Benedictinas de San Plácido o de la Encarnación Benita fue, Doña Teresa Valle de la Cerda, (también escrito "de la Zerda") que además de la idea, aportó 20.000 ducados (en 9 de marzo de 1624) para la fábrica del Monasterio, con objeto de ser nombrada priora (y con el tiempo abadesa). Tal promoción se hizo a indicación de doña Ana María de Loaisa, tía de doña Teresa a quien tenía por santa (dice Ernesto Zaragoza en su libro sobre "Los Generales de la Congregación de San Benito de Valadolid"), aunque en el proceso de que siguió contra ella y otras 24 monjas la Inquisición, recoge que "ay testificación de que estava endemoniada".

D. Gerónimo de Villanueva -el otro patrono de la fundación del Convento- había aportado otros 20.000 ducados y se encargó de comprar todo el bloque de casas en que quedaba incluida la Iglesia de San Plácido, santo al que también se dedicó la nueva Iglesia y el patronazgo del nuevo convento. La antigua iglesia de San Plácido era "anexo" de San Martin, y todo el conjunto sería utilizado tanto para establecer la fundación del monasterio como para construirse su propia casa junto al mismo.

Terminadas las negociaciones y trámites fundacionales, la primera piedra del edificio se puso el 21 de noviembre de 1623 y el 12 de mayo de 1624 entraron en él las fundadoras, siendo Dña. Andrea de Celis su primera abadesa. La Congregación aceptó la fundación en mayo de 1625 y los promotores Da. Teresa y D. Jerónimo ratificaron sus donaciones.El antiguo Monasterio, hoy desaparecido, fue más bien una adaptación de la manzana de casas (ya descrita al principio) a las nuevas funciones, ya que en 1656, fecha de publicación del Texeira, todavía se ven tanto la antigua iglesia como las edificaciones con balcones al patio interior, que nos recuerdan su origen doméstico.

Siguiendo a Mercedes Agulló Cobo (en un erudito y documentado estudio sobre el fundador), se reconoce lo poco que sabemos de Doña Teresa Valle de la Zerda, en especial desconocemos su fecha de nacimiento y de su muerte. De su origen familiar Alvarez Baena en su libro "Hijos de Madrid" nos la situa como hija de D. José Valle de la Cerda y Villanueva cuyo padre era caballero Calatravo, y miembro de varios Consejos Reales. Así pues, origen ilustre y algo prima (tal vez segunda) de D. Gerónimo de Villanueva (el otro cofundador del Convento de San Plácido).

Desconocemos también su personalidad y las razones últimas que la llevaron a la fundación, aunque sí sabemos que uno de los privilegios que se reservó es el de ser nombrada priora, yendo con la mira posterior de ser abadesa como ella misma reconoce el Proceso de la Inquisición (en sus Cargos y Descargos en donde indica que "ella cree que la acusaron falsamente Sor Luisa Maria y Sor Maria Anastasia y Sor Bernardina, las tres muy amigas, que por niñerías no la podían ver y querían impedir que fuese abadesa"

El hecho de que en sus intentos fundacionales, Doña Teresa, siempre se halle asociada con álguien más (lo funda por indicación de su tía, después de un intento fallido con otras dos amigas -Da. Paula de Vrive y Da. Margarita de Quevedo-, y en el caso definitivo con nuestro Protonotario), parecen probar que era una personalidad dependiente, a años luz de otra abadesa que podríamos contemplar en las pechinas de la Iglesia pintada por Rizi: Santa Francisca Romana, que después de viuda y criar varios hijos aun tuvo energía para fundar las Oblatas Benedictinas.

Si hubiéramos de creer a Mercedes Agulló Cobo (en el trabajo antes citado), Doña Teresa, fue la supuesta prometida de Don Jerónimo, lo que vendría corroborado, según la misma autora, por el hecho de que siguió soltero hasta su muerte. Sin embargo la personalidad inmadura de la joven unida a la espiritualidad desajustada de D. Gerónimo, a más de la diferencia de edad que debía existir entre ambos no parecen abonar esta idea.

El 31 de mayo de 1628 la Inquisición prende al Capellán del Convento por ciertos desvios con respecto a la ortodoxia, a Doña Teresa y otras 24 monjas más y dos años despues dicta sentencia. A los ocho años, cuando Doña Teresa puede volver a hablar, se revisa el caso, la Inquisición reconoce los defectos de forma y de fondo ("hasta 14 agravios" se habían cometido contra las monjas) y tras dos meses de trabajo recabando los "Cargos y descargos de Doña Teresa, Priora del Convento Real de San Plácido, en la causa que el tribunal de la Santa Inquisición hiço y fulminó contra las monjas de dicho convento" determina y falla "que las prisiones declaradas y executadas en dicha doña Benedicta Theressa y demás religiosas y los procesos fulminados y sentencias promulgadas contra ellas no las obstan ni pueden obstar para ningún efecto... al buen mombre, crédito y opinión de las susodichas y de su Monasterio, religión y linajes... "

Tras este reconocimiento exculpatorio de la priora doña Teresa y del resto de monjas así como de la propia organización conventual el nombre de nuestra fundadora desaparece en las brumas de la historia dentro del silencio de la Clausura. Debía tener entre 35 y 40 años.