Virgen de la Novena
Esta imagen se guarda en la iglesia de San Sebastián. Su primer nombre era Virgen del Silencio porque representaba a la Virgen durmiendo a su Hijo, el Niño Jesús, en el regazo y a San José y San Juan Bautista tras Ella. Este último tenía un dedo en los labios en actitud de silencio para que no despertaran a su primo Jesús, de ahí su nombre. De la imagen se cuenta que en un principio estaba en la casa de Carlos Veluti, quien encargó la pintura en 1615, y la colocó en la esquina de la calle Huertas con la de Santa María, y fue maltratada y estropeada por unos herejes. El dueño de la casa mandó hacer una copia que puso en el lugar donde estaba la primera y sufrió los mismo daños, por lo que el dueño volvió a poner una tercera imagen naciendo así el fervor de la gente En 1624 fue trasladada a la iglesia de San Sebastián, tras curar después de una novena a la actriz Catalina Flores que no podía andar más que con muletas, desde entonces se llamó Virgen de la Novena.