Alberto (Alberto Sánchez Pérez)
El escultor Alberto (Toledo, 1895-Mosca, 1962), hijo de un panadero, de niño fue porquerizo y, más tarde, herrero y panadero. Su familia se vino a Madrid hacia 1907. En el taller de un escultor-decorador aprendió a trabajar el yeso y germinó su vocación. Junto al pintor Francisco Mateos descubrió el Cubismo en 1915 y concibió proyectos de arte público. Crearia sus primeras esculturas durante el servicio militar en Melilla, hacia 1919. De vuelta en Madrid, frecuenta el Gran Café de Oriente, en Atocha, donde conoce al pintor Rafael Barradas, que le introduce en el mundo de la vanguardia madrileña. En 1925 participa en la Exposición de la Sociedad de Artistas Ibéricos, con obras de tema popular y estructura neocubista; algunos meses después, una beca de la Diputación de Toledo le permite dedicarse plenamente a la escultura. Con su amigo Benjamín Palencia, que a la vuelta de sus viajes a París le trae noticias de la vanguardia europea, inicia las excursiones a Vallecas y al Cerro Almodóvar e inscriben en un mojón las ideas y los nombres (Cervantes, El Greco, Velázquez, Zurbarán, Picasso) que inspiran su visión del arte español. Abandonando el Neocubismo, Alberto crea monolitos de formas orgánicas, de colores y texturas terrestres, marcadas con incisiones y agujeros, que representan a las figuras campesinas fundidas con el paisaje. La primera manifestación pública de la poética de Vallecas fue la exposición conjunta de Palencia y Alberto en el Ateneo, en 1931. En 1933, Alberto publica su credo Palabras de un escultor. En esos años realiza también decorados y figurines para el teatro universitario La Barraca y otras compañías teatrales.
Durante la Guerra Civil, Alberto militó en la causa republicana. Su monolito El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella (cuya reproducción se encuentra hoy a las puertas del Museo Reina Sofía) se levantaba a la entrada del pabellón español en la Exposición Universal de París de 1937. En 1938, el escultor abandonó España con destino a la URSS, su exilio definitivo, donde trabajaría como profesor de dibujo, dedicándose a la pintura del natural de bodegones y paisajes y a la escenografía. Sólo tras la muerte de Stalin regresaría ala escultura, abriendo un último período creativo en el que vuelve sobre sus viejos temas plásticos.
Referencia[ ]
- SOLANA, Guillermo. Alberto (Alberto Sánchez Pérez), en Enciclopedia Madrid S.XX
Este artículo reproduce el capítulo homónimo de la Enciclopedia Madrid Siglo XX, cuyo autor conserva el copyright.
No es un artículo modificable ni está bajo licencias libres. Si eres el autor del mismo y quieres modificarlo, mándanos un correo