Atocha
Desde la época medieval el barrio de Atocha ha sido uno de los santuarios de peregrinación de la devoción madrileña. Lugar de paseo y recreo, camino de salida y una de las puertas de ingreso a la corte, cambió totalmente a mediados del siglo XIX, al aparecer el nuevo «embarcadero de Atocha» que inauguraba la Linea de ferrocarril de Madrid a Aranjuez. Como nudo de comunicaciones, ya no sólo de caminos sino también del nuevo sistema de transporte, que abriría nuevas relaciones entre Madrid y otras poblaciones, se convirtió en un punto neurálgico de la villa. La nueva estación fue desde entonces lugar de atracción para viajeros, paseantes, comerciantes, industriales y otras personajes. A su sombra surgió un barrio eminentemente obrero, con talleres, almacenes, comercios, industrias, pensiones y hoteles para albergar los numerosos viajeros y mercancías, y tendría gran incidencia en el desarrollo urbano del sur de la capital.
La estación, desde un humilde embarcadero en 1851, hasta la «estación de estaciones» del siglo XX, ha ido variando su fisonomía: primero incorporó la línea de metro Sol-Atocha, en 1921; al inaugurarse el túnel de unión entre las estaciones de Atocha y Chamartín, en 1967, se creó un nuevo eje ferroviario entre el norte y el sur; y, por ultimo, se lleve a cabo una remodelación total de la estación y su entorno inmediato, denominada Operación Atocha, que supuso la creación de la estación central de cercanías, inaugurada en 1988, la conversión del antiguo edificio de la estación en zona de recreo y esparcimiento, la construcción de una nueva estación para el tren de alta velocidad, el intercambiador de transportes, una amplia zona de aparcamiento de vehículos y la reestructuración de todos los accesos entre 1985 y 1992. Esa remodelación originó un cambio en los usos y costumbres de la zona comparable a la llegada de la primera locomotora en el siglo XIX.
Atocha fue y es un importante foco de movilidad urbana e interurbana, que en el siglo XX se convirtió en eje regulador del tránsito entre norte y sur, con la apertura del paseo de la Castellana y sus sucesivas prolongaciones. Al mismo tiempo, articula una parte del tránsito entre el este y el oeste a través de su plaza, que ha sufrido múltiples cambios, desde la antigua puerta hasta el paso subterráneo de vehículos, pasando por el famoso Scalextric levantado en 1968 y desmontado dieciocho altos después.
Y desde la década de los ochenta se ha convertido en la antesala del Madrid cultural, pues en sus inmediaciones se ha situado la mayor concentración de museos de arte y es un importante foco de otras actividades culturales.
Referencia[ ]
- RIVAS, Pilar. Atocha, en Enciclopedia Madrid S.XX
Este artículo reproduce el capítulo homónimo de la Enciclopedia Madrid Siglo XX, cuyo autor conserva el copyright.
No es un artículo modificable ni está bajo licencias libres. Si eres el autor del mismo y quieres modificarlo, mándanos un correo