Calle de Atocha
Entre la plaza de la Provincia y el paseo del Prado. Conducía a la antigua ermita de la Virgen de Atocha (donde hoy está la Basílica de Nuestra Señora de Atocha), de ahí el nombre. Hay varias teorías que explican el origen del nombre de Atocha. Según unos, en los alrededores de Madrid había unas plantas parecidas al esparto llamadas "atochas", y la ermita se hallaba rodeada de éstas, de ahí el nombre. Otros historiadores opinan que Atocha viene del griego Teotokos, cuyo significado es Madre de Dios, derivando en Teotoka, Toka, Tocha y Atocha. Otros defienden que Atocha es corrupción de Antioquía, lugar de donde se cree procede la imagen. Así, Nuestra Señora de Antioquía, procedente de la palabra en latín Antiochía se abrevió en antiocha y de ahí a atocha.
Donde en la actualidad se levanta la iglesia de Santa Cruz, construida en 1902 por Francisco de Cubas y Miguel Olabarría, estuvo primeramente el colegio-convento de Santo Tomás, de dominicos, considerado como uno de los mejores ejemplares del barroco madrileño. A continuación se hallaba el convento de la Trinidad, cuyo derribo en 1897 dio origen a la apertura de la calle del Doctor Cortezo. En parte del solar del convento se construyó el teatro Calderón en 1917. En el número 26 vivió el madrileño y dramaturgo Jacinto Benavente (1866-1954). En la acera de enfrente subsiste la iglesia de San Sebastián pero totalmente reconstruida después de la guerra civil. En la misma acera de la iglesia, en el número 87 de la calle se conserva el antiguo edificio de la imprenta de Juan de la Cuesta, donde se imprimió la primera edición del Quijote, tal como lo recuerda una lápida conmemorativa. En la acera contraria y un poco antes de llegar a la plaza de Carlos V, está el Colegio de Médicos, antiguo hospital de San Carlos. En la misma acera y esquina a la citada glorieta se hallaba el desaparecido Hospital General.
