Canal del Manzanares
La idea de hacer navegable el río hasta el Tajo venía de antiguo, ya Carlos I y Felipe II acariciaron esa idea pero nunca se había llevado a cabo. En 1770 se iniciaron las obras del Canal del Manzanares con la Cédula de Concesión de Carlos III a Pedro Martiniengo según el proyecto y la dirección de Lemaur. El Canal discurría paralelo al río Manzanares por su margen izquierda. Comenzaba en el paseo de Yeserías a la altura de la calle de Melilla y llegaba hasta la plaza de Italia. El Embarcadero, junto con una serie de edificios de talleres y almacenes, estaba situado un poco más abajo del cruce entre los paseos de Yeserías, Chopera y Santa María de la Cabeza. Según el proyecto, el Canal pasaba a la margen derecha poco antes de llegar a Vaciamadrid para discurrir paralelo al Jarama hasta llegar al Tajo en las cercanías de Aranjuez. El curso y el desnivel existente se regulaba mediante esclusas. Se construyeron siete de las diez esclusas proyectadas hasta Vaciamadrid, cuatro molinos y dieciocho barcas de transporte. Se puso especial cuidado en que las aguas del arroyo del Abroñigal no se mezclasen con las del Canal pasando por debajo de éste a desaguar al Manzanares. El Canal se abastecía a través de una pequeña derivación junto al Puente de Toledo a partir de un tablestacado en el río que alimentaba un depósito circular del que pasaba el agua al principio del Canal. Tres años después de su construccióin llegaba ya hasta Perales del Río. El Canal se mantuvo en funcionamiento hasta 1830 fecha en la que empezó a ser descuidado y abandonado siendo desecado y cegado por completo en 1859. Los paseos de Yeserías, Chopera y Molino (antes Molino del Canal) se abrieron sobre el antiguo curso del Canal.