Colegio de las Escuelas Pías de San Antón
Las Escuelas Pías de San Antón se encontraban en la Calle de Hortaleza 69, c/v Calle de Santa Brígida, y la iglesia c/v a la Calle Farmacia.
Tras el éxito docente que supusieron el Colegio de las Escuelas Pías de San Fernando, la Orden de los Padres Escolapios decide en 1753 abrir un segundo colegio en Madrid.
Gracias a una donación de Don Fermín de Vicuña, seis religiosos del colegio de las Escuelas Pías de San Fernando compran unas casas en la Calle de San Mateo donde abren el antiguo Colegio Calasancio el 12 de junio de 1755. Posteriormente se trasladaron a la Calle de Hortaleza y luego a la Calle de Fuencarral.
El 2 de mayo de 1793 se verificó la cesión a los Padres Escolapios, de un antiguo hospital de leprosos que se encontraba vacío desde agosto de 1787 y que había sido regentado por los clérigos regulares de San Antonio Abad (Orden supimida por el Papa Pío VI), que se encontraba en las proximidades del Colegio Calasancio.
El 5 de julio de 1794 toman posesión del antiguo hospital siendo rector el padre Hipólito Lerén, y el colegio pasa a llamarse Colegio de las Escuelas Pías de San Antón.
El antiguo hospital fue objeto de una profunda reforma llevada a cabo por el arquitecto Francisco de Rivas entre 1794 y 1832 para adaptarlo a su nueva función. Lo más significativo es la Iglesia de San Antón, realizada por Pedro de Ribera en 1753 y 1740 pero que fue despojada de la típica decoración barroca de Pedro de Ribera.
Hay que destacar la fuente de Ventura Rodríguez, realizada entre 1770 y 1772 y reformada en 1900 en el chaflán entre la Calle de Hortaleza y la Calle de Santa Brígida, así como el cuadro "La última Comunión de San José de Calasanz" pintado por Francisco de Goya y Lucientes en 1819 y que actualmente se encuentra en el Museo Calasancio en la Calle de Gaztambide.
Durante la Guerra Civil el colegio fue convertido en cárcel, la cárcel de San Antón o Prisión Provincial de Hombres número 2. La gran puerta del edificio, que daba a la calle Hortaleza, fue cerrada y se accedía a la prisión a través de una puerta situada en la calle Farmacia. Desde esta cárcel salieron, durante noviembre y diciembre de 1936, diversas sacas de presos cuyos componentes fueron asesinados en Paracuellos del Jarama, unos episodios conocidos colectivamente como Matanzas de Paracuellos.
El conjunto de iglesia y colegio fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1995.
Tanto el colegio como la iglesia han sufrido varios incendios repetidos que si bien han dejado al edificio bastante mal parado, los tesoros que poseía la iglesia no se han perdido.
En la actualidad (2007), se encuentra en rehabilitación tanto la iglesia como el colegio por un acuerdo entre el Ayuntamiento de Madrid y el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) por el que se les cede el edificio como sede y museo del COAM durante 75 años. En contrapartida el COAM deberá rehabilitar el edificio dotándolo de una serie de servicios municipales como una escuela infantil, una biblioteca, una piscina cubierta, un patio central ajardinado y un centro de mayores.
Otros aspectos[ ]
Existe en Madrid un Colegio Calasancio, también de los Padres Escolapios, que se encuentra en la manzana formada por las calles Conde de Peñalver, Padilla, General Díaz Porlier y Ortega y Gasset.