Corrales de comedias
Eran patios interiores de forma rectangular de los edificios de vecindad. En uno de los lados cortos se colocaba el escenario descubierto. El publico se situaba en las distintas ventanas que daban al patio según su condición socioeconómica: los nobles y la autoridad se colocaban en las localidades conocidas como “rejas” o celosías -porque las ventanas tenían reja-; para las familias distinguidas que no llegaban a la categoría de ricos o de sangre se reservaban las llamadas localidades de "aposento" -que no tenían rejas y estaban sobre éstas- así como los desvanes y tertulias -las buhardillas-.
Para los estratos populares había varias opciones: los bancos, las gradas, el patio y la “cazuela”. El patio o "degolladero" era donde se colocaban los hombres de pie y se llamaba así porque estaba separado de las otras localidades más caras por una barra de hierro situada a la altura del cuello. La “cazuela” era el lugar reservado para las mujeres situada sobre una especie de cueva donde se servían bebidas y comidas. Se conocía con el nombre de "apretador" aquel que se dedicaba a apretar a las mujeres en "la cazuela", para que entraran mayor número, pues dado el volumen de sus trajes tendían a ocupar dos o más huecos.
Los corrales eran explotados por cofradías y hermandades religiosas. La Hermandad de la Pasión instaló tres corrales: uno en la calle del Sol, y dos en la del Príncipe, llamados el Corral del Burguillos, el Corral del Príncipe y el Corral de la Pacheca, respectivamente. La Hermandad de la Soledad fundó también tres corrales: de los que sólo uno, el corral de la Cruz, tuvo éxito, junto con el de la Pacheca y el del Príncipe. El Corral de la Pacheca estuvo situado en la calle del Príncipe esquina a la de la Visitación (hoy Manuel Fernández y González). Empezó a funcionar a partir de 1561. Le hundió la proximidad del Corral del Príncipe, el cual era muy superior. Éste estuvo donde hoy se alza el Teatro Español, abriéndose al público el 21 de septiembre de 1583. El Corral del Príncipe cambió su nombre primero por Teatro del Príncipe y en 1849 por el de Teatro Español, tal como lo conocemos hoy en día. El Corral de la Cruz, estuvo en la calle de este nombre, casi pegado a la plaza del Ángel y a la calle de Núñez de Arce. Fue inaugurado el 16 de septiembre de 1584. En el siglo XVIII fue adquirido por el Ayuntamiento que construyó en su solar el Teatro de la Cruz. Éste fue derribado en 1856 para prolongar la calle de Espoz y Mina y ensanchar la plaza del Ángel.
