Discusión:Carlos I
¿Por qué figura este artículo sobre Carlos I en Madripedia? Aunque fuese el Rey de España, no tiene una relación más específica con la Villa de Madrid que ni siquiera era entonces la capital del reino.
Otra cosa sería si se tratase de un artículo que hablase de alguna relación directa entre este rey y esta ciudad como, por ejemplo, la primera ampliación de importancia acometida en el Alcázar de Madrid que se efectuó en el año 1537 por encargo del emperador Carlos I.
- Estoy de acuerdo en que el artículo debería explicitar la relación entre Madrid y el rey, aunque dejar sólo esa parte no sé si puede ser un error, ya que el usuario vería sólo una parte de la biografía de este personaje.
- Si te animas a completar esa parte, que pareces conocerla muy bien, cuenta conmigo en lo que necesites. Saludos, --fmaestre 15:32 1 feb 2011 (CET)
Para completar este artículo sobre Carlos I de España, y añadir algunos puntos más específicos entre este rey y la villa de Madrid, he recopilado algunos párrafos extraídos de otros artículos de Madripedia que hacen referencia a este asunto. Son los siguientes, clasificados por orden histórico:
El 30 de mayo de 1516 el cardenal Cisneros proclama Rey de España en Madrid al Principe Carlos, nieto de los Reyes Católicos, que tenía 16 años y residía en Gante.
A la llegada a Castilla del rey Carlos I en 1520, Madrid se une a las Comunidades de Castilla en contra del rey. Durante este año 1520, el malestar de las ciudades castellanas frente a Carlos I se va acrecentando. Durante las cortes convocadas primero en Santiago de Compostela y luego en La Coruña, varias ciudades, entre las que se encuentra Madrid, se niegan a votar los servicios que el rey reclama para financiar su coronación imperial en Alemania. Finalmente, las Comunidades de Castilla se alzan en armas en varias ciudades. Madrid se une también al movimiento y junta tropas bajo el mando de Juan de Zapata. Éste, junto a los capitanes comuneros Juan Bravo (Segovia), Juan de Padilla (Toledo) y Francisco de Maldonado (Salamanca), representa a los castellanos sublevados ante la reina madre Juana I en Tordesillas, donde estaba recluida. El 18 de junio de 1520, cuando comenzó el movimiento comunero en Madrid, los madrileños, para defenderse de las tropas imperiales, levantaron un castillo y una atalaya en la Puerta del Sol y montaron unas barricadas en la calle con las carretas que se utilizaban para el tráfico entre Madrid y los pueblos cercanos. Y para poder detener mejor a las tropas partidarias de Carlos I, pusieron en las mismas a los enfermos del vecino hospital de San Ricardo, defendiendo la zona y dando lugar al nombre posterior de calle de las Carretas. No obstante, la sublevación finaliza en junio de 1521, cuando, tras la derrota de las tropas comuneras en Villalar y un asedio, el ejército real ocupa la villa. Según una tradición se firmó el Tratado de paz entre las tropas leales a Carlos I y los comuneros en la calle de la Paz, que se encuentra entre las calles de San Ricardo y Bolsa. O más exactamente en la plaza de Pontejos, donde estuvo la desaparecida plazuela de la Paz, vulgarmente conocida por plazuela de los Pájaros y era el ensanchamiento que hay en la calle de la Paz cuando aún no se había abierto la del Marqués viudo de Pontejos. (Hay dos tradiciones que explican el origen del nombre. La primera dice que aquí se firmó la paz entre los comuneros y los partidarios de Carlos V, y la segunda explica que tomó el nombre de una imagen de la Virgen de la Paz que había en un hospital de tísicos aquí situado.) Tras sofocar la revuelta comunera, Carlos I se muestra generoso con Madrid y le concede los títulos de Coronada e Imperial, comenzándose la transformación del viejo alcázar árabe.
El Archivo de Villa custodia los documentos que el Ayuntamiento ha producido y produce en el ejercicio de sus funciones. En 1525 Carlos I reguló por primera vez el acceso al Archivo General de la Villa.
Según cuenta la tradición, en la torre de los Lujanes (situada frente al Ayuntamiento en la plaza de la Villa) estuvo prisionero el rey Francisco I de Francia después de ser derrotado por Carlos I en la batalla de Pavía (Italia, 1525). La documentación conservada indica que la verdadera "cárcel" del rey francés fue el Alcázar, y que se trató de un "prisionero" especial ya gozaba de libertad para pasear por las calles y de asistir a fiestas y banquetes en su honor, uno de ellos en dicha torre.
La historia de la Ermita de San Isidro se remonta a 1528, cuando la emperatriz Isabel de Portugal, esposa de Carlos I, dispuso su construcción junto a la fuente que había hecho brotar San Isidro Labrador al golpear una peña mientras trabajaba en los campos de su señor Iván de Vargas. El agua de dicha fuente tenía (y sigue teniendo) fama de milagrosa, e Isabel de Portugal afirmaba que había sanado a su hijo el futuro Felipe II.
El origen del antiguo Hospital del Buen Suceso se encuentra en un hospital itinerante que acompañaba a la corte española, el Real Hospital de la Corte, que fue fundado por los Reyes Católicos en Baza (Granada) en 1489. El emperador Carlos I lo fijó definitivamente en Madrid, mandando edificarlo fuera de los muros de la ciudad, junto a la Puerta del Sol, entre la calle de Alcalá y la Carrera de San Jerónimo, donde Juan II, en 1438, había construido el hospital de San Andrés (por el humilladero que hubo aquí) para curar a los enfermos de la gran peste de ese año. Su fundación está confirmada en 1529, en una Bula del papa Clemente VII. En ese año 1529, Carlos I mandó levantar en el mismo lugar el Hospital Real de Corte para curar a sus soldados y criados. En su construcción se aprovecharon los cimientos y las paredes maestras del primitivo hospital. El centro hospitalario era conocido por hospital del Buen Suceso, por una imagen que se veneraba en su iglesia, que Paulo V la bautizó como la Virgen del Buen Suceso por haber sido encontrada por dos frailes en unas peñas. En el año 1864 fue demolido y trasladado a la calle de la Princesa.
En el siglo XVI el antiguo palacio, que luego sería el monasterio de las Descalzas Reales, pertenecía al tesorero imperial Alonso Gutiérrez, que en más de una ocasión dio cobijo al emperador Carlos I en Madrid. En esta casa le nacieron varios hijos, entre ellos la hija mayor la emperatriz María de Austria (1528), y también la más pequeña Juana de Austria (1535) que más tarde fundaría en el mismo emplazamiento este monasterio de las Descalzas Reales.
La Puerta de Guadalajara de la muralla cristiana de Madrid era la principal de la villa y la más suntuosa, dada su ubicación en un lugar de gran tránsito comercial, a la altura del número 49 de la actual calle Mayor. Estaba integrada por dos grandes torres, entre las cuales se extendía el arco de acceso. El emperador Carlos I ordenó, hacia 1535, la demolición de la primitiva puerta medieval y su sustitución por una nueva, con tres arcos y más ornamental, que desapareció en un incendio acaecido el 2 de septiembre de 1582.
En 1537 Carlos I emprendió la reforma que transformó el viejo Alcázar moro en Real Alcázar de Madrid, situado en el lugar del actual Palacio Real.
El rey Enrique III de Castilla, dispuso la construcción de una casona de recreo (actual Palacio Real de El Pardo) en el año 1405 en El Pardo, lugar de donde toma el nombre, dado que le era grato pasear y descansar en dicho lugar, empezando así una larga tradición de la monarquía española. Tras derruir el castillo medieval, Carlos I determinó la reconstrucción que empezó en 1547 y se concluyó en 1558, ya bajo el reinado del rey Felipe II, por lo que el emperador no llegó a ver el palacio, diseñado por el arquitecto Luis de la Vega, también autor del de Valsain.
La parroquia de San Miguel de la Sagra, que era la parroquia de Palacio, estaba construida en piedra y tenía la clásica torre cuadrada de ladrillo o campanario y una galería exterior de arcos. Cuando Carlos V reedificó el Alcázar, aprovechando que la iglesia se hallaba en medio de la entrada al mismo y que estaba en muy al estado, mandó que fuera derribada. Por lo tanto, en 1544 se solicitó al Papa permiso para ello, pero no llegó hasta 1548 y con la condición de conservar el mismo cura y cementerio, y los derechos y fondos bautismales. Ese mismo año se derribó la parroquia y un año más tarde se construyó la de San Miguel y San Gil, más conocida como San Gil el Real, a donde se trasladó la parroquialidad de la derribada iglesia.
La Virgen de la Misericordia o Nuestra Señora de la Misericordia se veneraba en el convento de Constantinopla que se construyó en 1551 en la calle Mayor y que fue derribado con la desamortización de Mendizábal . Tenía la estatura de una mujer y ropajes de estilo gitano, según Jerónimo de Quintana, y con el niño en brazos. Fue regalada por la esposa de Carlos V como dote. Estuvo guardada en un cofre durante algunos años hasta que la imagen se le apareció a una de las monjas que estaba rezando, diciendo: «Sácame de aquí, que es voluntad de mi Hijo». Una vez puesta en la iglesia realizó numerosos milagros. Era característico que las mujeres que querían quedarse embarazadas rezasen a esta Virgen.
En 1554, el emperador Carlos I distinguió a la ciudad de Madrid otorgándole la corona real en el escudo. Los historiadores de siglos pasados cuentan que la corona real fue concedida por Carlos I en las Cortes de 1544. El emperador además concedió que se pusiese sobre el escudo de armas la frase “Coronada Villa de Madrid”.
La estatua de Carlos I realizada por Leone y Pompeyo Leoni (padre e hijo, respectivamente) data de 1564. Está realizada en bronce y representa a Carlos V dominando el Furor, victorioso en sus luchas contra los enemigos de la Fe Católica. Tiene la peculiaridad de que la coraza que viste el rey se puede desmontar en piezas, mostrando un cuerpo desnudo de magníficas proporciones que el monarca no llegó a ver porque murió en 1558 antes de que fuera terminado. En el Palacio Real existe una copia de esta escultura. Estuvo primero en el Retiro, en 1812 pasó a coronar la fuente que se inauguró en la plaza de Santa Ana y en 1825 fue trasladada al Museo del Prado, donde se conserva en la actualidad.
El castillo de Viñuelas es un palacio fortificado que se encuentra en el término municipal de Madrid, dentro del espacio natural protegido del Soto de Viñuelas, integrado en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. En el siglo XVI, la titularidad de la finca y del castillo recayeron sobre el emperador Carlos I, que, con objeto de recaudar dinero para la corona, se la vendió a Arias Pardo de Saavedra, mariscal de Castilla, por 42 cuentos y 24.572 maravedíes, además de 3.000 de renta anual y 7 corderos al año.
Se cuenta que, en tiempos de Carlos I, cuatro caballeros lucharon en el olmedo situado cerca del santuario de la Virgen de Atocha. El origen de esta lucha radicaba en la cesión que Carlos I había realizado a los dominicos, que era reclamada bajo indemnización por dos de los citados caballeros contra los otros que habían recibido el dominio absoluto de los bienes de sus vasallos.
La ermita del Cristo del Humilladero está a las afueras de Fuencarral, junto al Camino Real o carretera de Francia. Se tiene conocimiento de su existencia en el siglo XVI. Aquí estuvo primeramente la imagen del Cristo de la Vera Cruz, regalo que hizo Carlos I al fuencarralero Pérez de Guzmán. Luego fue trasladada a la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, donde está en la actualidad. Es una ermita reducida que pasa desapercibida entre las grandes edificaciones.
La tienda de campaña considerada tradicionalmente como perteneciente a Carlos I ha estado expuesta en el Museo del Ejército de Madrid hasta que dicho museo ha sido trasladado a Toledo.
El origen de la Real Armería está en Felipe II, quién organizó la colección con la armería de su padre, Carlos I de España y V de Alemania, que incluía tanto piezas personales, como la armadura y aperos que empleara en la batalla de Mühlberg -la misma con la cual aparece en el retrato equestre de Tiziano- una armadura de torneo, como de sus antepasados. De Felipe II también se conserva una armadura de torneo. El rey quiso establecer la colección en Madrid, donde permanece en la actualidad.
La calle de la Batalla de Mühlberg debe su nombre a la victoria obtenida por Carlos I a orillas del río Elba en la batalla de Mühlberg. El emperador llevaba puesta en aquella ocasión la armadura que inmortalizó el retrato de Tiziano y que se encuentra en la actualidad en la Real Armería de Madrid.
La popular glorieta de Atocha se llamó así por la puerta de Atocha, que estuvo situada en la muralla donde hoy se levanta la fuente de la Alcachofa y fue derribada en 1850. En 1941 se la bautizó con el nombre de Plaza del Emperador Carlos V para evitar duplicidad con la calle de Atocha, y está dedicada al soberano más poderoso de Europa, Carlos I de España y V de Alemania (1500-1558), rey de España por línea materna (Juana la Loca) y emperador de Alemania por línea paterna (Felipe el Hermoso).