Discusión:Ocio
Se presenta en este artículo sobre el ocio de la juventud madrileña, refiriéndose a los años cuarenta y cincuenta del siglo XX, un panorama realmente pesimista y triste, pero falto de veracidad. Se dice que "Ni pandillas, ni fiestas. Sólo restricciones y sucedáneos en un entorno de moral pública estricta." Pues bien, no era así la realidad.
El ocio juvenil no tenía, por supuesto, la diversidad de posibilidades culturales y consumistas que tiene ahora. Pero era sin embargo mucho más espontáneo y tan "juvenil" como en cualquier época. Se jugaba libremente en la calle, que no padecía el intenso tráfico actual. Se formaban pandillas entrañables con los vecinos, los compañeros de estudios, los camaradas del barrio. Se asistía durante tardes enteras a los cines de "sesión continua" (que son bastante anteriores a los años sesenta, como afirma el artículo). Existían locales de billares, de ping-pong y, a partir de los años cincuenta, también de futbolín. Se organizaban automáticamente -aprovechando cerros y solares vacíos- partidos de fútbol contra otras pandillas. Había tiendas de "alquiler de bicicletas" para pedalear ociosamente por las afueras y también por la ciudad. Se hacían excursiones al campo -como refleja la novela "El Jarama" de Sánchez Ferlosio- o a la Sierra. Se participaba activamente en las verbenas y fiestas populares. Y también se asistía a locales de "bailongos" de mala fama o, en su caso, a los famosos guateques caseros (que también son anteriores a los sesenta).
Ya de paso quiero señalar que en este artículo se afirma asimismo que, en esos tiempos, la "mili" duraba tres años. Tampoco es cierto. Eso debió ser en tiempos de la República. Aunque ignoro en qué fecha exacta se redujo el servicio militar obligatorio a un año y medio, sí sé que ya era así en los años cincuenta.