Doña Pepita
A finales del siglo XIX llegaron a Madrid muchos libreros valencianos. Doña Pepita -abuela de Enrique que posee una tienda en la calle de Libreros llamada Enrique- fue la inventora del sistema de comprar y vender libros de segunda mano. Doña Pepita se asentó primero en un tramo de la calle de Jacometrezo de donde se marchó porque se le expropió la casa para la construcción de la Gran Vía. La librería la tenía aproximadamente donde hoy se halla el escenario del cine Capitol. De ahí pasó a la llamada calle de Ceres, hoy Libreros. Los libreros de la calle son descendientes de Doña Pepita o antiguos empleados. Enrique (en el nº 8) es su nieto. Dependientes antiguos de Doña Pepita abrieron por su cuenta La Casa de Troya, Fortuna y Felisa. Luego Felisa se separó de Fortuna. Doña Felipa -La Felipa- trabajó también con Doña Pepita un tiempo. Varios de los actuales dueños de librerías de esta calle son descendientes en tercera generación de los primeros.