El barrio más saludable de Madrid
En 1773, Jacobo Stuart Fitz-James, tercer Duque de Liria, encargó al arquitecto Gilbert que eligiera el lugar más sano de Madrid para la construcción de su futura residencia. Gilbert se puso a investigar por toda la villa y sus alrededores. Para comprobar más efectivamente la salubridad de los posibles emplazamientos, se valió de un método primitivo: La piel de vacuno. El arquitecto distribuyó una serie de trozos de piel de ternera fresca por todos los lugares elegidos.
Pasado un tiempo, hizo una inspección observando el estado de las tiras y comprobó que la piel que se hallaba en mejor estado de conservación era la que se había colocado junto al Camino de San Bernardino (Hoy Calle de Princesa). Allí, en el terrazgo que había pertenecido anteriormente a los Condes de la Calzada y de Santa Cruz, se construyó el Palacio de Liria.