Humilladeros
La palabra humilladero procede de humillar, es decir, postrarse, arrodillarse o inclinar la cabeza en señal de sumisión. Los humilladeros eran pequeños lugares de devoción situados a las salidas o entradas de los pueblos o ciudades con una cruz o una imagen. Consistían en una gradas -bien de forma circular o poligonal- en las cuales se colocaba una columna rematada por una cruz con el fin de fomentar la piedad de los caminantes, peregrinos, viajantes, etc. Con el tiempo estos humilladeros sencillos se transformaron en pequeñas capillas o ermitas. Los dos únicos que quedan en Madrid son una hornacina con una Virgen en la plaza de Ramales esquina a la calle de Vergara y el humilladero de Nuestra Señora de la Soledad, en la calle de Fuencarral.
Humilladeros[ ]
- Humilladero de la calle Fuencarral o de humilladero de Nuestra Señora de la Soledad
- Humilladero de Nuestra Señora de Gracia, también conocido por el nombre de San Francisco.
- Humilladero de San Francisco o de Nuestra señora de Gracia.