Iglesia de San Miguel de la Sagra
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Estuvo situada en la plaza de Oriente, en la esquina suroeste con la calle de Bailén frente a la entrada del desaparecido Alcázar. Fue una de las primitivas parroquias de Madrid. El término Sagra -"campo"-se refería al terreno, dedicado en parte al cultivo, que había desde la iglesia hasta el río.
La parroquia de San Miguel de la Sagra era de piedra y tenía la clásica torre cuadrada de ladrillo o campanario y una galería exterior de arcos. Cuando Carlos V reedificó el Alcázar, aprovechando que la iglesia se hallaba en medio de la entrada al mismo y que estaba en muy al estado, mandó que fuera derribada. Por lo tanto, en 1544 se solicitó al Papa permiso para ello pero no llegó hasta 1548 y con la condición de conservar el mismo cura y cementerio, y los derechos y fondos bautismales. Ese mismo año se derribó la parroquia y un año más tarde se construyó la de San Miguel y San Gil, más conocida como San Gil el Real y a donde se trasladó la parroquialidad de la derribada iglesia. En esta nueva iglesia fue bautizado Felipe III.