Iglesia de las Calatravas
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Era la iglesia del desaparecido convento de monjas de la orden de Calatravas, derribado en 1872. La fachada actual fue decorada en 1886 según el proyecto de Juan de Madrazo y Kuntz de estilo renacentista milanés en «color rojizo de terracota». Gracias a la intervención de la esposa del general Prim, no fue derribada junto al convento.
En 1623, las monjas del convento de la Concepción Real de Comendadoras de la orden de Calatrava de Almonacid de Zorita (Guadalajara), tuvieron que abandonar el monasterio por la falta de ayudas y la situación de extrema pobreza que hacía imposible la vida en aquel lugar. Llegaron a Madrid y se instalaron primero en una casa de la calle Santa Isabel, luego en la calle Atocha y finalmente en un primer edificio de la calle de Alcalá que fue sustituido por el actual en 1678.
Según cuenta Antonio Velasco Zazo, «el locutorio de este convento llegó a ser el primer salón de la Corte, y las monjas recibían a todo el mundo honesta y cristianamente (…) En su iglesia se daba hospitalidad a los caballeros de las Órdenes de Calatrava, Alcántara y Montesa, armándolos y cruzándolos con ostentosas ceremonias y funciones, particularmente en la de la Inmaculada Concepción, aderezado el templo por las monjas. Fue también iglesia de moda en las misas de hora». Y en el convento se recogían las mujeres de los caballeros que iban a las cruzadas.
En el solar del convento estuvo primero la casa del conde de Chirel. Se dice que la hija el conde fue la primera amante que tuvo el rey y de cuya unión nació el primer hijo bastardo de Felipe IV ‑Fernando Francisco de Austria- que murió prematuramente. La casa era conocida con el nombre de la "Concepción Real" y fue regalada por el rey a las monjas calatravas para que tuvieran un lugar donde establecerse. Cuando las monjas se trasladaron a esta casa de la calle de Alcalá, en los mentideros de la Villa se empezó a oír una décima, de autor desconocido, que decía: «Caminante, ésta que ves / casa, no es quien ser solía; / hízola el rey mancebía / para convento después. / Lo que en un tiempo fue y lo que es, / aunque con roja señal / y título en el umbral, / ella lo dice y enseña, / que casa en que el rey empeña / es la Concepción Real».
