Jardines del Príncipe de Anglona
Los Jardines del Príncipe de Anglona se encuentran en la plaza de la Paja, en la zona conocida como el Madrid de los Austrias, uno de los principales focos turísticos de esta ciudad española. Constituye una de las escasas muestras de jardines nobiliarios del siglo XVIII que se conservan en la capital.
A pesar de su relación histórica con el vecino Palacio del Príncipe de Anglona, de propiedad privada, su gestión corresponde al Ayuntamiento de Madrid.
Historia[ ]
La historia de este conjunto ajardinado se vincula a la del Palacio del Príncipe de Anglona, edificio construido hacia 1530 como residencia de Francisco de Vargas, consejero de los Reyes Católicos y de Carlos I, y por el que han desfilado diferentes nobles, como el conde de Benavente o el marqués de Javalquinto.
En el siglo XVIII fue habitado por el príncipe de Anglona, quien ordenó la construcción de una pequeña zona de recreo junto a uno de los laterales de la casa palaciega. Su trazado fue encargado a Nicolás Chalmandrier, que diseñó un espacio neoclásico, con toques característicos de los jardines hispano-árabes.
En 1987 una empresa inmobiliaria compró el palacio, reformándolo y habilitando en sus dependencias viviendas y locales comerciales. El jardín, que no tiene acceso directo desde el edificio, quedó en desuso y prácticamente abandonado.
En el año 2002 el Ayuntamiento de Madrid se hizo cargo del conjunto ajardinado y procedió a su reconstrucción, permitiendo el acceso al público en horarios de visita determinados.
Descripción[ ]
Los Jardines del Príncipe de Anglona se sitúan sobre un terraplén artificial, que salva el fuerte desnivel existente entre la plaza de la Paja y la calle de Segovia.
Ocupa una superficie aproximada de 500 m², cuyo perímetro está cercado mediante una tapia de ladrillo, sobre la que descansa, en algunos tramos, una celosía.
Consta de tres áreas bien diferencidas. El cuerpo central, el más importante, está dividido en cuatro cuadrantes, entre los cuales se abren varios caminos, realizados con ladrillos aparejados a sardinel. En la intersección de los mismos, aparece situada una fuente de reducidas dimensiones, labrada en granito.
Junto a la parte de la tapia que da la calle de Segovia, se extiende un paseo, arropado por una pérgola, que cuenta con una rosaleda. En una de las esquinas de la parcela, junto a la plaza de la Paja, se alza un cenador de hierro, que conforma la tercera de las áreas distinguidas.
El jardín combina árboles de grandes dimensiones con pequeños parterres, delimitados por setos de boj y con plantaciones de carácter temporal.
Fuentes[ ]
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Galería de vídeos[ ]
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