La sangre de San Pantaleón
La sangre de San Panteleón es una reliquia que se conserva en el Monasterio de la Encarnación, en la sala de las reliquias junto a la sacristía.
Esta porción de sangre fue tomada de otra cápsula que se guarda actualmente en la Catedral italiana de Ravello. La reliquia fue regalada al virrey de Nápoles, conde de Miranda, junto con un fragmento de hueso del santo. El conde, lo donó a su hija, Aldonza de Zúñiga, segunda superiora del convento de la Encarnación. Desde entonces, es custodiada por religiosas Agustinas Recoletas dedicadas a la oración. En el año de su fundación en 1616 se conoce la existencia de la misma.
La sangre, en estado sólido durante todo el año, se licuefacciona [o ocurre el fenómeno de licuefacción] sin intervención humana. Una vez al año, el día 27 de julio (víspera de la fiesta del santo), se saca a la iglesia para que puedan contemplar los fieles el fenómeno de la licuefacción.