Pasajes comerciales
Originariamente, los pasajes comerciales eran galerías dedicadas al comercio donde no existía el tráfico rodado y que al estar cubiertos permitían el paso de transeúntes de una calle a otra con mayor rapidez. Tenían una o varias calles, cubiertas de lucernarios de vidrio y armaduras de hierro en las que se instalaban tiendas, cafés y lugares de paseo. Se daba mucha importancia a la decoración interior colocando gran número de espejos, esculturas, cristales y bronces, todo ello encaminado a atraer a los clientes.
Se establecieron en torno a la Puerta del Sol a partir de 1839, pero no llegaron a tener éxito por la falta de comodidad y su largura. Debieron desaparecer antes de 1868 pues Fernández de los Ríos, en su libro El Futuro Madrid, publicado en dicho año indica que ya no quedaba ninguno.
Entre los pasajes comerciales populares encontramos:
- Pasaje de Matheu: Se hallaba entre las calles de Espoz y Mina y Victoria.Llamado también pasaje de la Equidad y Bazar de la Villa de Madrid, era conocido por el pasaje de Matheu por Manuel Matheu, propietario de los terrenos donde estuvo el derribado convento de la Victoria. Fue construido por Antonio Herrera de la Calle en 1847. Constaba de tres plantas dedicadas al comercio destacando dos enormes tiendas de ropa, una para mujeres y otra para hombres. Lo mejor de todo era la iluminación nocturna, capaz de competir con los mejores bazares de Londres y París. En la actualidad es una calle descubierta repleta de bares que conserva el nombre de pasaje de Matheu.
- Pasaje de Murga: Se hallaba entre las calles de la Montera y Tres Cruces. Tomaba el nombre de su propietario Manuel Murga, dueño de toda la manzana. También se le llamó pasaje del Comercio (como hoy se le conoce) por ser de la Compañía General Española del Comercio. Fue construido por Juan E. Puerta e inaugurado en 1846. Un año después lo abandonó la Compañía por no tener éxito no recuperándose nunca y terminar en completo abandono hasta hace pocos años que ha sido restaurado sin su techo acristalado.
- Pasaje de San Felipe Neri: El pasaje de San Felipe Neri fue construido por Mariano Marcoartu en 1839, en el solar que dejó el derribo del convento de San Felipe Neri, en la calle Mayor. Fue el primero que se construyó en Madrid. Era una galería acristalada con dos plantas dedicadas a tiendas de modas, objetos de lujo y de quincallas, estampas, etc. En su interior se comunicaba con el mercado de igual nombre.
- Pasaje Iris: Estaba situado entre la Carrera de San Jerónimo y la calle de Alcalá. Fue inaugurado en 1847. Unía el número 11 de la Carrera de San Jerónimo con el 12 de la calle de Alcalá. El nombre lo tomó de la Compañía General del Iris, su propietario. Tenía tres plantas y tres calles, una principal llamada "Galería de Madrid" y dos laterales denominadas "de Londres" y "de París" que desembocaban en Alcalá. Los techos estaban cubiertos por espejos excepto los huecos por donde pasaba la luz. No tuvo mucho éxito y muchos de sus locales no llegaron a abrir nunca por lo reducidos que eran.
- Pasaje Jordá: Estuvo situado entre las calles de Espoz y Mina y Victoria. Llamado también Galería de Espoz y Mina y Nueva Galería, estuvo entre las calles Espoz y Mina y Victoria, muy cerca del Matheu, sobre el terreno de la derribada tahona de la Soledad, que había estado junto al convento de la Victoria. Fue construido en 1847 por Aníbal Álvarez. Su propietario fue Antonio Jordá y estuvo especializado en la venta de bisutería, sedería y otros artículos de lujo. Este pasaje era diferente de los demás al ser un edificio totalmente transparente, de hierro y cristal. En su lugar se construyó un edificio de viviendas.