Remodelación de barrios

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La operación de remodelación de barrios consistió en el derribo y nueva construcción de las viviendas, locales comerciales y equipamientos, así como la correspondiente urbanización de una treintena de barrios, localizados en su mayor parte en la periferia de la ciudad. En total se actuó sobre 800 hectáreas de espacio urbano consolidado y más de 38.500 viviendas, con una inversión muy difícil de cuantificar pero que fue estimada en más de doscientos mil millones de pesetas del años 1985. En un hito sin parangón posible en la historia de la promoción pública de vivienda. Constituye igualmente la actuación de transformación del espacio urbano de mayor entidad y trascendencia social de la historia de Madrid.

El rápido crecimiento demográfico, por inmigración, de los años cincuenta y sesenta dio lugar a importantes bolsas de chabolismo e infravivienda, en ocasiones barrios de promoción pública, en los que poco a poco se fue tejiendo un sólido entramado reivindicativo que no pudo alcanzar sus objetivos hasta los comienzos de la transición democrática.

En 1977 se constituyó OREVASA (Sociedad para la Ordenación y el Realojamiento de Vallecas S.A.); una empresa mixta de gestión con capital público, en la que se integraron once asociaciones de vecinos de Vallecas, con una representación paritaria (administración-vecinos) en el consejo de administración.

En enero de 1979 se creó la Coordinadora de Barrios en Remodelación, que plasmó en siete puntos la plataforma reivindicativa de los vecinos ante la Administración para la solución de los graves problemas que aquejaban a sus viviendas y a sus barrios: 1)promulgación de una normativa específica qeu reconociese la <<deuda social>> y el compromiso del Estado; 2)realojos en el propio barrio; 3)mantenimiento del régimen de propiedad; 4)valoración de sus viviendas antiguas con actualización e indemnizaciones; 5)promoción directa por la Administración; 6)desarrollo de la remodelación mediante un programa único; y 7)precios y condiciones de financiación especiales.

La operación se inició a mediados de 1979 (Orden Comunicada de 24 de mayo), cuando el primer Gobierno de la democracia opta por evitar el coste político que en tales momentos podía derivarse de la conflictividad social que las asociaciones de vecinos habían llevado a un punto crítico y acepta las exigencias de la coordinadora. Posteriormente el Real Decreto 1133/1984 de 22 de febrero vendría a dar la cobertura legal necesaria a una operación que pese a sus dimensiones se venía realizando con un cierto secretismo administrativo, pues se quería evitar el riesgo de tener que extenderla a otras ciudades. En realidad, este decreto fue una exigencia del Gobierno de la incipiente Comunidad Autónoma de Madrid, que, antes de aceptar las trasnferencias, exigía el reconocimiento por parte del Estado de sus compromisos de financiación de la operación que aún estaba a medio desarrollar.

Además de sustituir espacios urbanos miserables y desestructurados por otros adecuadamente ordenados, urbanizados y equipados, en los que los antiguos vecinos tenían garantizada una vivienda acorde con sus necesidades y con altos niveles de calidad, la remodelación exigió la elaboración de censos de adjudicatarios y, en muchos casos, el realojo en viviendas provisionales, con las correspondientes mudanzas. En definitiva, un tratamiento individualizado de casi 39.000 familias y más de 125.000 personas.

Los barrios sobre los que se intervino respondían a génesis y circunstancias diversas: algunos eran núcleos de autoconstrucción, levantados en suelo rústico o sobre el <<anillo verde>>, en su mayor parte durante los años cincuenta y sesenta, que llegaron a constituir enormes áreas de parcelación ilegal e infravivienda carentes de cualquier tipo de dotación. Los ejemplos más representativos son la meseta y la cornisa de Orcasitas, el Pozo del Tío Raimundo y Palomeras.

Otros eran barrios de promoción pública, construidos entre 1941 y 1963, con objeto de erradicar el chabolismo y alojar provisionalmente a los inmigrantes que llegaban a Madrid en oleadas. Los más relevantes podrían ser los Poblados Dirigidos de Orcasitas y de San Blas; los Poblados de Absorción de la Ventilla y de Orcasur; y las Unidades Vecinales de Absorción (UVA) de Pan Bendito, Canillejas, Vallecas y Villaverde.

Por último, también se actuó sobre zonas de infravivienda dispersa, relacionadas con procesos de expulsión derivados de algunas juntas de compensación. Pinar de Chamartín y Marquesa de Amboage fueron los más significativos.

El papel jugado por las asociaciones de vecinos a lo largo de toda la operación es uno de los aspectos más peculiares y relevantes de la remodelación. Los vecinos no sólo consiguieron que el Estado atendiera sus reivindicaciones de una vivienda digna en un espacio urbano de calidad, sino que la Administración también aceptó que participaran a lo largo de todo el proceso y de toda la gestión: en la confección de los censos, en los procesos de realojo, en la adjudicación de las viviendas, en la redacción de los proyectos, en la adjudicación y en el seguimiento de las obras. Los proyectos de planeamiento, urbanización y construcción fueron realizados por unos equipos mixtos, integrados por técnicos de las propias asociaciones de vecinos junto a otros designados por la Administración.

Fuente de la primera versión: Artículo de la Madrid Siglo XX. Enciclopedia, autor Julio Vinuesa Angulo