Teatro Fontalba
El Teatro Fontalba estaba situado en Gran Vía, número 30. Levantado en 1924 por Francisco de Cubas y González Montes, que invirtió once millones de pesetas en la obra. Fue proyectado por el arquitecto José López Sallaberry y tenía capacidad para 1.400 espectadores. Se abrió al público el 20 de octubre de 1924 con la obra de Jacinto Benavente La virtud sospechosa.
Tras la proclamación de la Segunda República pasó a llamarse Popular. La dirección entonces era Avenida de Pi i Maragall, 6. Recuperó el nombre original tras la victoria franquista, aunque acabó sus días con el nombre de Álvarez Quintero. El año 1954 desapareció definitivamente uno los teatros más hermosos de la Gran Vía, el Fontalba. Tras el cierre se convirtió en oficina bancaria y actualmente en ese edificio se abre una tienda de prendas de vestir.